El Ártico acaba de vivir sus 12 meses más calurosos desde que hay registros de temperatura en esta región, al sufrir una ola de aire caliente que derritió una importante área de hielo, dijo el martes un informe de la Agencia estadounidense Oceánica y Atmosférica (NOAA). “La temperatura media anual del aire sobre el suelo fue la más alta jamás registrada”, indicó el informe, el cual precisó que se ubicó 3,5 grados centígrados por encima de la de 1900, durante el período que va de octubre de 2015 a septiembre de 2016. “Raramente hemos visto al Ártico mostrar una señal así de fuerte y clara, o más pronunciada de un calentamiento persistente y de sus efectos en cascada sobre el medio ambiente que este año”, estimó Jeremy Mathis, el director del programa de investigación ártica de la agencia federal. Esta región se está calentando el doble de rápido que el resto del planeta. Se prevé que registre en 2016 el mayor de todos los tiempos. El informe, realizado por 61 científicos, destaca que este calor sin precedentes ha retrasado en el otoño el momento en que las aguas del océano se vuelven a congelar y ha derretido grandes áreas de banquisa de Groenlandia. La extensión de la banquisa del Ártico desde mediados de octubre hasta finales de noviembre de 2016 fue la más reducida desde el comienzo de las observaciones por satélite en 1979 y 28% más baja que el promedio de 1981 a 2010, según la NOAA, cuyo informe fue presentado en la conferencia anual de la American Geophysical Union, que se realiza esta semana en San Francisco (California). Por otro lado, un reporte del  Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que los países más pequeños son altamente vulnerables al cambio climático y deberían adaptarse al aumento del nivel del mar y  tormentas cada vez más frecuentes. Esos Estados, con escaso territorio, están insuficientemente financiados y necesitarían $ 1.000 millones anuales para sobrevivir en un clima más cálido y hostil. “A diferencia de los más grandes que pueden afrontar desastres, los Estados pequeños, en su mayoría islotes perdidos en los océanos, pueden sufrir la devastación de la población. Eso magnifica el tamaño del desastre en relación al tamaño de la economía”, expresó Peter Allum, director adjunto del FMI”. El estudio examinó la situación de 34 países miembro del FMI con poblaciones de menos de 1,5 millones en África, Asia-Pacífico, el Caribe y otras regiones. El informe encontró que en uno de cada 10 de esos países, los desastres naturales cuestan el 30% del PIB. En países grandes, esa incidencia se da una vez cada 100. (I)