Sociedad
El pitbull no es un perro para cualquier persona
Nohelia, de 6 años, caminaba con su madre afuera del Parque Forestal (sur de Guayaquil) el domingo 31 de julio. De repente una pitbull se abalanzó sobre ella sin darle tiempo para reaccionar. Segundos después, la risa de la niña se escuchó con fuerza mientras Coqueta, la perrita de 4 meses de nacida, la lamía y jugaba con ella ante la mirada complaciente y divertida de la progenitora de la menor.
Eran las 09:00 y en el punto ya estaban más de 30 perros pitbull con sus dueños. La convocatoria fue realizada por el Club Pitbull Guayaquil, para la cuarta caminata mundial en defensa de esta raza y los canes catalogados PPP (Perros Potencialmente Peligrosos). La marcha salió del Parque Forestal y llegó al Parque Centenario.
Los asistentes tienen estos canes como mascotas y luchan por cambiar la imagen negativa sobre los pitbull y romper el mito sobre su supuesta fiereza.
Tal es el caso de Coqueta, que llegó al hogar de Fernando Llapa cuando tenía un mes de nacida y ha sido criada como un miembro de la familia. Ella comparte con 2 niños y es muy juguetona. “Es un mito que el pitbull es agresivo. A Coqueta le gusta dormir con los niños, nunca ha mordido a nadie”, señaló el dueño del animal.
El día de la caminata se observó cómo los canes, contrario a la creencia popular, jugaban con los humanos. Esa es su personalidad cuando han sido criados en forma adecuada. Esto es lo que promueve el Club Pitbull Guayaquil, creado en febrero de 2012 cuando por redes sociales se contactaron personas interesadas en defender a esta raza.
La primera reunión se dio en el Parque Forestal, luego se trasladaron a La Saiba, en el sur de la urbe. Bolívar Terán, fundador del grupo, comentó que la iniciativa es para mostrar al pitbull como mascota, no como una ‘máquina de matar’, que es la idea que muchos tienen sobre estos canes.
“Todo depende de la crianza que se le dé. Esta raza no es para cualquier persona, es un perro muy activo, siempre permanece en movimiento y no puede estar encerrado todo el tiempo. Eso es un detonante de estrés y puede originar algún ataque, como ya ha ocurrido”, indicó.
Terán se refiere a casos como el de Atenea, la pitbull que el 28 de febrero de 2015 mató a un niño de 2 años en San José de El Inca, en Quito. En este caso a la perra la mantenían encerrada en una azotea, por lo que se tornó agresiva. Grupos de ayuda animal presentaron acciones de protección para rescatar al can, rehabilitarlo y hacer que su caso sirviera de ejemplo sobre la importancia de una crianza responsable de la raza pitbull. Pero las autoridades finalmente dispusieron sacrificarlo.
¿Por qué se dan los ataques? Hay veterinarios que aseguran que estos canes son agresivos por naturaleza. En 2006, el veterinario Ricardo Bruno, especialista en comportamiento animal de la Universidad de Ciencias Veterinarias de la UBA, en Argentina, indicó que estos perros fueron creados para la pelea; por eso, según él, tienen una carga genética de peligrosidad.
Pero cada vez son más quienes consideran que todo depende de la crianza.
Claudio Gerzovich Lis, fundador de la Asociación Argentina de Médicos Veterinarios Especializados en Comportamiento Animal, dijo al diario El Clarín que la carga genética de agresividad depende más de la estimulación que recibe el can en su primera etapa de desarrollo, entre las primeras 4 y 12 semanas de edad.
El médico veterinario y zootecnista Édgar Luna Rivera lleva 5 años trabajando con grupos defensores de los pitbull en Guayaquil y Naranjal. Según el experto, este es un perro temperamental, muy inteligente, “muy leal cuando se lo cría como un miembro de la familia”.
Pero al tener mucha energía, debe ser exigido físicamente. “Cuando el perro tiene un temperamento agresivo, es porque se lo mantiene amarrado, encerrado, en espacios donde no puede desfogar esa energía”.
Por eso se estresa y como no tiene mucho contacto con otros animales u otras personas, al momento de sacarlo a la calle o estar cerca de otro ser vivo “simplemente quiere explotar”.
En cambio, dice Luna, “si desde cachorro lo entretenemos, le enseñamos quién manda, será un perro sumiso a la voz del amo, no será agresivo con otros animales, no estará estresado, pues ha estado en contacto con otros seres vivos”.
Según el experto, cualquier raza puede ser peligrosa si tiene una mala crianza. “A mi consultorio llegan perros de compañía, como los chihuahuas, muy agresivos y temperamentales, uno hasta se asusta por lo bravos. Y vienen pitbulls que se dejan examinar y no tienen problemas. Todo es por la crianza”.
La abogada María Auxiliadora Meza, comisaria de Salud del Guayas, señaló que al mes reciben un promedio de 6 denuncias por ataques de perros. Y de las últimas presentadas, solo una corresponde presuntamente a un pitbull. Es un caso en la ciudadela Guayacanes (norte de Guayaquil), donde un ciudadano fue atacado por un perro cuando le reclamó a la dueña del can por no recoger las heces del animal. No se ha confirmado que se trate de un pitbull, pues no ha sido posible encontrar al animal.
Otro caso se dio en el cantón Durán, donde un perro atacó a 2 niños y 2 adultos. Aunque algunos testigos dijeron que estuvo involucrado un pitbull (lo que fue reproducido por varios medios de comunicación), la Comisaria confirmó que no fue uno de estos perros.
“Puede ser el desconocimiento de la gente sobre las razas o porque ven que el perro es grande, entonces dicen que es un pitbull”. Mónica Chonillo, encargada del área de denuncias de la fundación Trato Ético Animal (TEA), ha conocido múltiples casos de pitbulls agresivos por los maltratos. Y recuerda uno en especial: el de Sebastián.
“Es un perro mestizo, mezcla de labrador y pitbull. Fue el último habitante de la perrera del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi). Su familia humana lo abandonó ahí, pues los había mordido a todos. Estuvo 32 días y le iban a aplicar la eutanasia. Decidí llevarlo a mi casa porque no concebía que un animal tan hermoso fuera sacrificado”, relató. “Los dueños me dijeron que cuando estaba en su casa lo mantenían encerrado en un balcón. He ahí la raíz del mal”.
Actualmente Sebastián está en tratamiento para que supere su agresividad.
La activista dijo que el “encadenamiento, el hacinamiento, confinar a los perros a espacios reducidos, son disparadores de la agresividad. El encadenamiento es la primera causa de denuncias por maltrato animal en Ecuador”.
Otro problema, según Chonillo, son los clasificados de internet, muchos de los cuales comercializan esta raza sin ningún control. La fundación TEA ha enviado numerosos correos a una de estas páginas y hasta el momento no existe ningún filtro para los clasificados. Muchos pitbulls son adquiridos para peleas de perros. “Esa es una realidad. Hago un llamado a la ciudadanía para que denuncie, bajo absoluta reserva, al correo [email protected]”.
Cindia Haro, del Club Pitbull Guayaquil, afirma que “el animal es el reflejo del dueño. Es como un niño. Si se le da amor, el niño lo recibe. Pero si al niño se lo tiene arrinconado, encerrado, se va a criar agresivo. Lo mismo ocurre con el perro”.
El Club Pitbull Guayaquil está formado por entre 15 y 20 personas amantes de los pitbull. Todos tienen mascotas de esta raza y como saben que los canes deben desfogar su energía, a diario realizan actividad física con ellos y se reúnen cada domingo para ejercitarlos.
En Mapasingue, noreste de Guayaquil, construyeron un campo de ejercicios para los canes. Aquí realizan 3 tipos de pruebas: salto, presa y arrastre.
En el primero, el perro salta por una pared para alcanzar un juguete en lo alto (en Guayas, el perro que más ha saltado llegó a 3,3 metros). En el segundo, el animal salta, coge el juguete con la boca y, sin soltarlo, queda colgado, aguantando su peso con la fuerza de su mordida. Y en el arrastre (foto de portada), se le acondiciona un arnés (para no lastimarlo), con el cual arrastra un pequeño vagón por los rieles.
El Reglamento de Tenencia y Manejo Responsable de Perros establece en su capítulo 2 art. 8: “Los propietarios y tenedores de perros prohibidos como mascotas están obligados a obtener la licencia del Departamento de Criminalística de la Policía, que certifique que el propietario del perro está apto para mantenerlo bajo su responsabilidad”.
El artículo 9 especifica: “Para la tenencia de pitbull y rottweiler o sus mestizos, se requiere: a) Certificado de identificación del ejemplar, otorgado por las asociaciones caninas legalmente reconocidas, criadores, o veterinarios; b) Licencia de tenencia del propietario o tenedor; c) Certificado de esterilización de (los) ejemplares, excluyéndose los destinados a la reproducción; d) Certificado de evaluación de comportamiento; y, e) Certificado de vacunas y de salud anual”. (I)
DATOS
Cuando hay una denuncia por ataque de perros, la Comisaría de Salud envía supervisores al sitio donde está el can, hablan con el dueño y con el afectado, revisan las vacunas, hacen un informe y con eso se cita a las partes a una audiencia en la que presentan sus descargos. La Comisaría, de oficio, envía al animal a la Unidad Canina de la Policía para que sea revisado y determinar si es agresivo.
En cada Distrito de Salud se ofrece la vacunación gratuita para quienes han sido mordidos por un perro.
----------------------
Un pitbull de año y medio puede llegar a los 22 kilos
Debido a su fuerza, estos canes eran utilizados para combatir contra toros
La página razapitbull.com describe que históricamente el pitbull fue usado para combates contra toros y tener quietas a las reses mientras las marcaban a fuego. El veterinario Édgar Luna señaló que un pitbull de año y medio puede alcanzar un peso de 50 libras (22 kilos).
Su peso, sumado a su fuerza y el poder de su mordida, hacen que su ataque cause mucho daño. Además, según el galeno, cuando el animal muerde con rabia, durante un ataque, “desarticula su mandíbula inferior y queda como un candado.
Aunque le peguen para que suelte a su presa, así el animal quiera ya no puede hacerlo. Tiene que relajar los músculos para poder abrir la boca”. (I)
---------------------
Canes mostraron capacidad de interacción social
Según ATTS, pitbulls pasaron test de protección, estabilidad y amabilidad
La Sociedad Americana de Pruebas de Temperamento (ATTS, por sus siglas en inglés) estableció, en 2012, que el 86,8% de los American Pitbull Terriers pasó las pruebas que miden la estabilidad, agresividad, amabilidad y protección.
En su página (atts.org), el organismo explica que las evaluaciones simulan un paseo casual por un parque o barrio donde se encuentra en una situación de la vida cotidiana. Durante este recorrido, el perro experimenta estímulos visuales, auditivos, táctiles y encuentra situaciones neutrales, amistosas y amenazantes, lo que pone en juego su capacidad para distinguir entre las situaciones no amenazantes y las que piden reacciones vigilantes y protectoras. (I)