Este aprendizaje puede modificar la anatomía cerebral
Tocar un instrumento musical ayuda al cerebro
Más de una vez se ha escuchado que interpretar instrumentos musicales aumenta la concentración, pero en realidad, no solo la incrementa, también ayuda a desarrollar algunas regiones del cerebro.
El profesor Lutz Jäncke del Instituto Tecnológico Zurich, en el norte de Suiza, propone la música como terapia neuropsicológica, ya que mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta y la inteligencia espacial (capacidad para percibir de forma tranquila y detallada el mundo y formar imágenes mentales de los objetos).
Un estudio llevado a cabo con niños y niñas de 6 años, a quienes se enseñó a tocar un instrumento durante 15 meses continuos, demostró que al final del entrenamiento musical todos los menores experimentaron cambios en su anatomía cerebral. Todo indica que la mejor edad para empezar con el estudio de la música es a partir de los 5 o 6 años, edad en la cual el desarrollo cognitivo e intelectual del niño o niña se complementa con el mundo exterior.
Además, los niños y jóvenes que practican un instrumento ya sea la guitarra, el violín, o el piano, no solo mejoran su concentración, sino que desarrollan otras destrezas que contribuyen con el desarrollo cerebral.
Mediante la práctica de instrumentos musicales, es posible dar a conocer la manera de ser y la personalidad de quienes tocan los diferentes instrumentos.
Al entonar la guitarra se ponen a prueba habilidades y, al mismo tiempo, al estar frente al público, los niños y jóvenes aprenden a vencer el miedo, el temor y la timidez.
Por todas las ventajas que conlleva el aprendizaje de diferentes instrumentos musicales, hay muchas instituciones educativas, a escala mundial, que han abierto diferentes espacios para esta práctica.
Se ha constatado que ayuda a aumentar la concentración y atención en las otras materias. Así, por ejemplo, practicar la guitarra ayuda a incrementar la concentración en matemáticas, una de las materias que más resistencia genera.
Cuando los seres humanos memorizan una canción y empiezan a tocar una nota, su mente sabe automáticamente la nota que viene después, de forma que sus dedos acaban tocando la canción de manera casi automática, esa es también una forma de memoria muscular. Además, la música ofrece una gran cantidad de beneficios a la autoestima y a las habilidades sociales. (I)