El olor a pintura fresca aún se percibe en locales como el de Manuel Lema. Su tienda de abarrotes está ubicada en el Mercado Central de Manta, edificación que fue readecuada, luego de que el terremoto del 16 de abril de 2016 dejara daños en la estructura.

Manuel regresó luego de trabajar más de cinco meses en los alrededores del lugar, como lo hicieron más de 200 mercaderes, mientras se hacían las reparaciones.

El hombre, oriundo de Riobamba, pero con  35 años en la ciudad, tiene expectativa, porque en el centro de abastos se implementaron servicios que no había antes del sismo.  

La obra fue reinaugurada anoche, con la presencia de autoridades, comerciantes y artistas. La apertura al público es hoy, a las 05:00, con la novedad de que la atención se amplía hasta las 19:00, indica Walter Hoppe, administrador del lugar.

“En este retorno se le servirá a la ciudadanía como se lo merece, con las comodidades necesarias, con respeto y consideración”.

Hoppe explica que tras la reapertura, el siguiente paso es calificar como el primer mercado saludable de la provincia. “Ese es un proyecto ambicioso que teníamos antes del terremoto, el que nos impidió avanzar; hemos retomado el caso con el Ministerio de Salud Pública”, dice.

El 2 de mayo será la primera reunión en búsqueda de la acreditación, en la que se solicitará la reinspección del bien. “Queremos continuar el proceso de calificación y que seamos el primer mercado de Manabí en ostentar dicha valoración”.

Gloria Intriago, contratista de la obra, menciona que para calificar como mercado biosaludable, el lugar cuenta con trampa de grasa, extractores de humo y piso industrial, colocados en la planta baja para que las bacterias no se acumulen en las esquinas.

En la remodelación se cambiaron las baterías sanitarias y se incrementó una cámara de cárnicos. “Reforzamos 32 columnas, hay escaleras eléctricas nuevas, generador, sistema de soterramiento de basura y remodelación de la rampa”, destaca Intriago.

El costo de la obra fue en su totalidad de $ 1’400.000 y el tiempo de ejecución de ocho meses.

Italo Hernández, supervisor del mercado, detalla que en este espacio retornan comerciantes de verduras,  frutas, carnes, aves, pescado, proteicos, lácteos y comidas preparadas. Antes de su regreso fueron reubicados en el entorno del mercado, como en las calles 15, 16 y 17.

Resalta que en el sitio también hay cajero automático del Banco del Pacífico, 30 cámaras de circuito cerrado, que antes no había. Se cuenta  con señalética y con internet abierto.

El comerciante Manabí Salcedo expresa que “quienes somos parte de este mercado estamos abiertos a cualquier sugerencia, para que este sea un lugar agradable para todos”.

Ana Silvia Guevara, comisaria de Servicios Públicos del GAD, indica que el objetivo es proteger este centro de abastos dentro de 200 metros a la redonda. Acota que no se permitirá el comercio informal.

José Cevallos, dirigente de la Asociación de Vendedores de Artículos Varios, refiere que están a la expectativa de que las ventas se incrementen con el nuevo cambio. (I)