1.- Con la verdad: El excandidato de CREO-SUMA ha mentido de modo reiterado y sin recato. Si se hiciera un glosario de sus mentiras no cabría en esta columna. Y fueron tantas, aunque este diario resumió ayer solamente algunas, que debería pedir disculpas a cada uno de los afectados por todas ellas. 2.- Con su binomio: A Guillermo Lasso le ha mentido en todo el andamiaje logístico que armó  para desarrollar su campaña (muy personal y tan particular). No puso en la calle a toda la gente que ofreció (jamás pasaron de 3.000 en las mejores marchas) y mucho menos obtuvo los votos en la Sierra que le hubiesen permitido ganar en primera vuelta y, peor, en la segunda. 3.- A sus financistas: Páez no ha sido del todo transparente. No explica, por ejemplo, un viaje que hizo en avión privado el 20 de marzo, supuestamente a México. Y si fue (como dicen sus detractores, tras la derrota) a recoger dinero, ahora, ¿explicará a sus aportantes por qué estaba tan seguro de que arrollarían a Lenín Moreno en la primera vuelta y de que le daban de largo en la segunda, para lo cual habría “pasado el sombrero” pidiendo altas sumas de dinero? 4.- Con sus aliados: No se conoce de una reunión formal y/o pública entre Páez y Pachakutik, ex-MPD, Montecristi Vive, Concertación ni siquiera con los de SUMA. A ninguno les dijo cuál sería su rol político en el hipotético caso de un gobierno de Lasso. Jamás hablaron de planes y proyectos para los indígenas, maestros, ecologistas, ONG, ni nada. ¿Solo hizo reuniones con sus amigos de ‘lucha’: Fernando Balda, Fausto Cobo, Alfonso Pérez, Fernando Villavicencio y los delegados de Galo Lara? 5.- Con la Historia: ¿Para qué quería ser vicepresidente del Ecuador? ¿Qué papel habría jugado en el gabinete? ¿Un vicepresidente solo tiene la función de fiscalizar (¿vengarse?) al gobierno anterior? Y sobre todo hay que preguntarle (ojalá no tengamos que esperar hasta que publique sus memorias) ¿por qué alentó el odio y la violencia, y con quiénes operó toda la estrategia de desestabilización que empezó hace dos años? Sus propios votantes reconocen que uno de los factores de la derrota de Lasso es haberlo impuesto a él como su vicepresidenciable. ¿Cuál será su futuro político? ¿Será candidato a la alcaldía de Quito y desde ya empezará a atacar a Rodas? Por ahora quedan las deudas políticas que deberá pagar a sus seguidores. (O)