Alguien podría decir que lo que no pudo Jaime Nebot lo ha logrado Guillermo Lasso. Y en parte, solo en parte, tendría razón. El ‘cúmulo’ de apoyos que recibe el binomio de CREO huele mal por lo que dicen cada uno de los que ahora ven en Lasso a su ‘líder salvador’. Empezando por el propio Alcalde de Guayaquil y los socialcristianos. Paco Moncayo afirma que Lasso representa al neoliberalismo que hace mucho daño, pero ¿igual le desea ese daño al Ecuador? Los dirigentes de PK señalan que un banquero no les puede representar en sus luchas, pero ahí están inclinados ante el exsuperministro de Mahuad. Algo parecido hacen los maoístas del ex-MPD y los ultra liberales de Ruptura de los 25. Pero de las bases de esas organizaciones también hay tuits, mensajes en Facebook y memes en contra de Lasso. Parecería que para las elecciones presidenciales se quisiera lo mismo que en Quito: votar ‘en contra de’ y no ‘a favor de’. Y los resultados están a la vista: se votó en contra de Augusto Barrera (a pesar de que el asesor de Rodas, Jaime Durán Barba, lo señaló como el mejor alcalde de la capital) y las consecuencias las pagan los quiteños con un Mauricio Rodas cada vez más desorientado y agresivo. La diferencia es que Rodas no tuvo que gastar tanta plata, ofrecer tanto y de todo a tantos (consulta previa, constituyente, privilegios para los mandos militares, etc.). Y tampoco amenazó con enjuiciar a periodistas ni medios públicos, entre otras cosas. Pero hay algo más: Lasso ha ofrecido de todo, incluso en contra de sus principios. ¿Si mañana un grupo de ciudadanos le pide que se mantengan los impuestos para garantizar la seguridad social, la educación y la salud gratuita, aceptará? Por lo visto vive en el baratillo de ofertas y eso conlleva un grave peligro, no solo para él sino para quienes lo apoyan: no podrá complacer a todos con todo lo que piden y condicionan. No se puede estar con Dios y con el diablo, como se dice popularmente. Si por ahora eso es lo que Lasso experimenta, ¿revela aquello que sus convicciones más profundas van quedando de lado? (O)