Un grupo de “personalidades” han salido a lavar el rostro del binomio Lasso-Páez. Entre ellas se cuentan intelectuales, activistas, artistas, caricaturistas y uno que otro “famoso desconocido”. No quedan fuera unos dos o tres ‘refuerzos extranjeros’ y, para variar, un exmandatario de triste y amarga recordación. Todos coinciden en algo, pero ese algo les desnuda: dicen vivir en dictadura y en el marco de ella hablan, critican, votan, participan y hasta mienten. Ni siquiera han superado el discurso (ni la facha) sesentero. Se colocan en el mismo plano de una aristocracia política o nobleza ideológica. Y con ello no atinan cómo poner la cara para pedir el voto por Lasso, sino que maquillan su discurso porque para ellos no hay mejor camino que una democracia imperfecta al mando de un banquero (paradoja de quienes ahí alguna vez profesaron las ideas de izquierda). Y no falta la activista por los GLBTI que ahora apuesta por un militante del Opus Dei, sin vergüenza alguna, sin consideración a sus propias luchas y defenestrando el uso de esas banderas a favor de un cargo. Casi todos los que salen ahí, de un modo u otro, vivieron o recibieron algo de la “dictadura”. No solo que hay facturas y pagos, sino testimonios y evidencias de que participaron de la gestión cultural de la “dictadura” y se beneficiaron de las políticas públicas de un régimen que para ellos los tiene maniatados y posiblemente a las puertas de la cárcel o el destierro. Usan el mismo lenguaje de Lilian Tintori, Leopoldo López, Álvaro Uribe, Mauricio Rodas, Mauricio Macri, Emilio Palacio y José Aznar, entre otros. Solo haría falta cambiar sus rostros y poner los antes mencionados y no variará en nada el discurso. Los autollamados ResistenciaEC (ahora hay tantas organizaciones efímeras como grupos de whatsapp) focalizan la palabra libertad como su mayor bandera o consigna. Eso, supuestamente, les une para votar por Lasso. Pero en ninguna parte destacan qué piensa de la libertad de pensar, crear y hasta opinar el súper ministro de Mahuad. “Sin democracia no hay vida”, dice un documentalista, quien hizo toda clase de producciones con financiamiento de la “dictadura”, pero quien también filmó el drama ecuatoriano y de los más pobres causado por el banquero y el feriado, por la banca y por quienes ahora apoyan a Lasso. ¿Esa es la democracia “vital” que apoya este artista? Su inconsecuencia (como la de todos los que han hecho películas, pintado, caricaturizado y escrito en “dictadura”) habría que remitirla a las actas de los debates para la aprobación de las leyes de Cultura y Comunicación y serán desnudados en sus aberraciones y mentiras. (O)