Vehemente en sus acciones, firme en sus convicciones y dueña de un carácter fuerte. Estas y otras características de su personalidad son las que le han permitido a Viviana Bonilla Salcedo posicionarse en la agitada vida política.     El pasado domingo logró la primera vicepresidencia de la Asamblea Nacional, con el respaldo de los 74 legisladores del bloque de Alianza PAIS. No es la primera vez que llega al Parlamento; ya ocupó una curul en 2009. Con 33 años de edad, Bonilla ya ha ejercido cargos públicos, en la  Gobernación o en ministerios, pero su inclinación por la política se cimentó en las aulas universitarias, o al menos así lo recuerda Laurise Mateus, quien fuera su compañera en el colegio Nuevo Mundo. “Nos graduamos juntas, aunque en especializaciones distintas, pero siempre fuimos cercanas desde la secundaria”, recuerda Mateus. Una de las cualidades que ella resalta de Bonilla es su facilidad de oratoria y su capacidad para memorizar textos. Eso, agrega, sumado a su vocación de servicio.  “Es de carácter fuerte, le gusta que las cosas salgan bien, que se cumplan los objetivos”, añade. Otro aspecto que destaca de la legisladora es que fue una destacada alumna, “aunque éramos de diferentes especializaciones, siempre estudiábamos juntas”. Obtuvo el título de abogada en la Universidad Católica de Guayaquil, donde también realizó una maestría en Administración Pública. En ese momento forma parte del movimiento estudiantil Verum, que gana las elecciones y con el que se convierte en vicepresidenta de la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Derecho. Poco tiempo después se siente atraída por el ideario de un movimiento político en gestación, en 2006, y que catapultó a la Presidencia de la República a Rafael Correa y entonces empieza su andar por el trajinar político nacional. En forma paralela, Bonilla comienza a trabajar en la función pública: primero en el Servicio de Rentas Internas (SRI), como asesora jurídica, luego en el Ministerio del Litoral hasta 2009, como asesora legal. Entonces que Ecuador se alista para nuevas elecciones. Alianza PAIS confeccionó la lista de candidatas a la Asamblea por Guayas y es allí que su nombre gana espacio porque el ya Jefe de Estado quiso que en las listas de candidatos se incluyera a jóvenes. Al final ella ganó una curul, favorecida por el voto popular. Bonilla fue parte de la Comisión de lo Económico y Tributario y de Fiscalización. Desde ese espacio impulsó el proyecto de Ley de Regulación y Control de Poder de Mercado. Renuncia a la Asamblea, ya que otros retos se presentaron en su camino: por solicitud del Mandatario, asume la Gobernación de Guayas, en reemplazo de Roberto Cuero. Era el año 2012 y Bonilla tenía 29 años, lo que la convirtió en la persona más joven en ocupar ese cargo en la provincia. En cuanto a su vida personal, se casó con Gustavo Mora Córdova en el año 2010. Permaneció en el cargo hasta noviembre de 2013, pues otro desafío se presentó en su aún corta pero intensa carrera política: con el respaldo del Jefe de Estado se postula como candidata a la Alcaldía de Guayaquil.      No obstante, su nombre se escuchaba en el interior del movimiento Alianza PAIS meses antes, incluso, en su intervención durante la sesión popular en homenaje al 9 de Octubre manifestó que quería un Guayaquil inclusivo, sin barreras en los parques, sin derecho de admisión, sin discriminación, sin fundaciones privadas, sin garrote. Así se comenzó a trabajar en la campaña. Roxana Vizueta, quien fue parte del equipo, la recuerda como una mujer con gran capacidad de liderazgo que siempre les pedía que trabajaran día a día de manera intensa,“como si no tuvieran un solo voto”. Aunque en las elecciones de febrero de 2014 perdió ante el alcalde Jaime Nebot, logró una aceptable votación: el ganador obtuvo cerca del 59% de los sufragios, mientras que ella llegó al 39% de la preferencia. Matemáticamente, una diferencia de casi 6 a 4.    En marzo de 2014, el Presidente, por Decreto Ejecutivo, la nombra Secretaria Nacional de Gestión de la Política. En ese espacio Bonilla se preocupó por el fortalecimiento de la descentralización y la articulación de todos los niveles de administración para una mejor gobernabilidad, además de tender puentes de diálogo permanente con los ciudadanos, especialmente con los movimientos y organizaciones sociales. En ese tiempo, Vizueta recuerda que Bonilla la llamó para que fuera parte de sus colaboradores. “Yo me desempeñaba en mi profesión como abogada de libre ejercicio; era el año 2015 cuando me llamaron a una reunión, en Guayaquil. Me dijo que tenía la oportunidad de abrirme campo en un área que nunca había estado, como la función pública”, recuerda Vizueta. Sostiene que a Bonilla le gusta ser meticulosa en el trabajo, siempre anda en búsqueda de la perfección, de que todo salga bien, con planificación y esfuerzo. Coincide con Mateus en que es exigente en el trabajo, pero también destaca su facilidad para dirigirse a las personas, con toda clase de ciudadanos, es por ello que  en la campaña para las elecciones de este año nuevamente fue parte de su equipo, y Bonilla logró otra vez un puesto en el poder Legislativo. “Tiene una facilidad increíble para la oratoria, habla en forma fluida, hace muy pocas pausas”, sostiene. Antes de eso, Bonilla hizo un paréntesis en su andar político y en la función pública, sobre todo. En enero de 2016 renunció a la Secretaría de Gestión Política para dedicarse a su familia. Y no fue sino hasta finales del año pasado que retornó para formar parte de la lista de candidatos a la Asamblea. En el plano personal, Viviana Bonilla Salcedo es amante de los animales. Quienes la conocen sostienen que es una defensora a ultranza de ellos, además de que se cataloga como católica por convicción. (I) DATOS La legisladora nació en Guayaquil el 3 de octubre de 1983. Obtuvo el título de abogada en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, donde también fue dirigente estudiantil.    Durante su gestión como gobernadora de Guayas se destaca el plan de reestructuración de las comisarías de Policía, además del control a los asentamientos irregulares en Guayaquil. Además de supervisar las acciones sociales del Ejecutivo, como el funcionamiento de los Centros del Buen Vivir (CIBV). Para la campaña por la Alcaldía de Guayaquil presentó, entre sus proyectos, un plan de trabajo que se enfocaba en los siguientes ejes: Centro de desarrollo barrial, Ciudad verde, Transporte y movilidad, y Harto arte.   Con estos proyectos, vinculados al fomento de la recreación de la ciudadanía, Bonilla propugnaba, para reducir la delincuencia y el microtráfico de drogas, la construcción de áreas verdes, de centros municipales dentro de las parroquias, de centros de esparcimiento como minicines y miniteatros,  así como la creación de un nuevo sistema de transporte urbano para Guayaquil.