El presidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó este viernes que en el caso hipotético de que el candidato de derecha, Guillermo Lasso, gane la Presidencia de la República, se quedará en el país para defender su honra y evitar que se destruya lo logrado en el país durante la última década. “No tenga duda de que si ese tipo gana, que no va a ganar, nos va a empezar a perseguir (…) y será la mejor forma de que me quede en país para defender mi honra, mi gobierno y evitar que destruyan lo logrado, y los volveré a vencer”, enfatizó durante una entrevista con StereoMax de la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas y Página 12, de Argentina. Dijo que todas las denuncias propagadas en la “campaña sucia” de la primera vuelta electoral, se agudizarán en la segunda vuelta porque “la derecha se está jugando la vida” y está preparando la estrategia del fraude porque no van a aceptar los resultados que darán como ganador al binomio oficialista Lenín Moreno–Jorge Glas.  “Aquí la derecha se juega la vida, (el balotaje) se ha comparado con la batalla de Stalingrado, que cambió el curso de la historia durante la Segunda Guerra Mundial, porque la elección de Ecuador será la muestra de que la derecha sigue avanzando o que ya empezó el retroceso”, sostuvo el mandatario. Alertó que, desde ya, el candidato Guillermo Lasso “está haciendo el encuadre para decir que hubo fraude y van a crear inestabilidad”. También dijo que están “haciendo el encuadre de que todo está mal” para, en el caso de llegar a Carondelet, justificar la aplicación de paquetazos y las privatizaciones de la salud y la educación. Consultado sobre el futuro para el país bajo la eventual administración de Lasso, el jefe de Estado se mostró tranquilo ya que, afirmó, la mayoría absoluta lograda en la Asamblea Nacional “da gran gobernabilidad”. “Hemos ganado todo: binomio presidencial, mayoría legislativa, Parlamento Andino y consulta popular, somos una fuerza popular muy importante y no van a lograr desestabilizarnos”, recalcó. El presidente, quien durante esta jornada recorrió varias obras en marcha en Santo Domingo de los Tsáchilas, afirmó que los movimientos progresistas se mantienen “vigentes, muy bien y  siguen siendo sumamente importantes”, aunque con ciertos retrocesos que responden a un momento “único en la historia”. Expuso el caso de Uruguay, que destaca como uno de los países más desarrollados de América Latina y tiene 12 años de gobiernos de izquierda; de Ecuador, Bolivia y de la misma Venezuela que ha resistido varios embates y que después de 16 años de gobierno alcanzó el apoyo popular del 40% de ciudadanos. También citó el caso de El Salvador, y de Nicaragua que reeligió al presidente Daniel Ortega "con una mayoría abrumadora".     “Desde Chávez (Hugo, expresidente de Venezuela) en el año 98 solo hay avances porque toda América Latina era de derecha”, enfatizó al insistir en que la derecha ha recurrido al golpe para recuperar el poder, como lo sucedido en Brasil con la presidenta Dilma Rousseff.    El presidente también indicó que parte de la campaña sucia viene desde EE.UU. “Justo antes de la  primera vuelta sacaron la supuesta lista de Odebrecht y ahora, antes de la segunda vuelta dicen que Ecuador es un lugar donde se blanquea el dinero; no es coincidencia”, sostuvo.