Pekín.- “La gente se pule con las adversidades”, señaló en una ocasión el presidente chino, Xi Jinping. El gobernante es un emblema de superación por su gestión administrativa que consolidó a su país como la primera potencia del mundo, confirmó el Fondo Monetario Internacional.   Pese al poder que representa, Jinping recorre casas con goteras en barrios pobres sin ningún tipo de protección, habla en público sin intermediarios y hace fila para pagar sus alimentos en un restaurante ordinario como cualquier persona sin privilegios, relatan periodistas europeos que siguen su gestión. Ingeniero químico por la Universidad de Tsinghua,  Xi Jinping, de la etnia Han, nació el 15 de junio de 1953, en la provincia de Shaanxi -cuya capital es la antigua imperial Xian- y se unió a las filas del Partido Comunista de China (PCC) en 1974. Hijo del general y héroe revolucionario Xi Zhongxun, el mandatario chino se crió en un ambiente político, especialmente después de que su progenitor fue nombrado viceprimer ministro. A los 15 años, Xi corrió el mismo camino que la mayoría de su generación de jóvenes instruidos urbanos: en 1969, durante la Revolución Cultural, fue enviado a la zona rural de Liangjiahe. Es decir, aunque era hijo de un líder del Partido Comunista Chino (PCC), no escapó al trabajo en el campo y a las noches en camas de ladrillo infestadas de pulgas. Ahora este pueblo, ubicado en Shaanxi, es una atracción turística que celebra los años de dura labor del hoy presidente. Esta no es su única experiencia en el campo, en 1985 también tuvo una breve estancia con una familia del estado de Iowa, EE.UU., donde estudió técnicas de cría de cerdos del sistema agrícola estadounidense. En 2012, cuando ya sabía que sería mandatario aprovechó su estadía en EE.UU. y visitó a la familia que lo acogió. Cuando era alcalde de Xiamen, en 1987, se casó con la célebre cantante Peng Liyuan (muy querida y respetada por el pueblo). De este matrimonio nace su única heredera, Xi Mingze, quien mantiene un bajo perfil. Según el portal Xinhuanet.com, Peng confesó que “inicialmente deseaba tener un niño, pero Jinping quería niña. Al final, su sueño se hizo realidad. Nuestra hija es como su padre, de hecho es mucho más cercana a él”.   Los cargos más importantes antes del 14 de marzo de 2013, cuando fue nombrado como presidente fueron en 2012, como: secretario general de comité  central,  presidente del la comisión militar y miembro del Comité Central del Buró Político del PCC. En 2008 obtuvo la Vicepresidencia de la República China, en la undécima Asamblea  de la República Popular China. El presidente del gigante asiático mantiene una reputación de hombre incorruptible y trabajador. Desde antes de ser mandatario fue requerido para resolver problemas al más alto nivel. De hecho, la lucha contra la corrupción constituye una de las prioridades del presidente chino en política interior. Las medidas anticorrupción se   intensificaron en China desde finales de 2012 con su llegada al poder como secretario general del Comité Central del Partido Comunista. En el marco de la campaña, más de un centenar de altos funcionarios han sido procesados o puestos bajo investigación por sospecha de haber cometido delitos de corrupción. El ‘sueño chino’ es un término que popularizó en 2013 cuando era secretario general y que hoy, en 2016, con su mandato se hizo realidad. (I)