Leila Hadad Pérez habría llegado al Ecuador para participar en la lucha antidrogas. Eso es lo que conocía el abogado Augusto Tandazo sobre las actividades que la señora realizaba en el país desde su llegada en 1984. Ayer el experto petrolero explicó en una entrevista en Radio Pública con Orlando Pérez, director de diario EL TELÉGRAFO, que conoció “por amigos” que la motivación de Hadad para ser parte de ese propósito era que su hija “cayó en este tipo de situación, de drogas”. ¿Conoció personalmente a la señora? Tandazo se rehusó a contestar esa pregunta: “Si uno dice: sí, la conocí, obviamente en actividades sociales, incluso de venta de bienes de su almacén, no quiere decir que uno es agente (...) no tiene sentido, la pregunta es para inducir al titular (...) entonces así no se vale”. No obstante, al consultarle sobre si sabía qué actividades realizaba Hadad en el Ecuador, comentó su implicación en el combate contra el narcotráfico y rememoró haberse encontrado con ella en una protesta: “En una manifestación que fuimos y nos topamos en la calle y saludamos, que fuimos frente a la sede de Naciones Unidas que queda al lado de Mall El Jardín (Centro Comercial), protestando por la invasión de Israel a Líbano. Me reía porque la veía al lado y la gente gritaba esas consignas típicas que se utilizan en este tipo de movimientos, decían: “no nos da la gana de ser una colonia norteamericana” “y ella solamente gritaba igual eso”. EL TELÉGRAFO ha publicado en ediciones anteriores sobre el contenido de un documento de índole secreta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos que llegó a nuestras oficinas. Allí justamente se explica cómo, en 2008, la estructura de Leila, quien sería una de sus agentes, “había perdido el control y la visión del objetivo con la cual fue creada: el control de la lucha antidrogas, que se desfiguró a únicamente una agencia de reclutamiento de personas de toda índole, que en los últimos años fueron utilizados con fines comerciales alejados completamente de la verdadera misión”. El informe secreto menciona por esos años dos momentos cruciales que podrían incidir en la pérdida del control de las fuentes e influencia de la CIA en Ecuador: la salida del FOL (punto de operaciones avanzadas de EE.UU.) de la Base de Manta y el ataque en Angostura. Y menciona como parte del grupo de Hadad a Tandazo, Simón Bermúdez y a Patricio Oña, quienes ante la posibilidad de la salida de la Base de Manta supuestamente debían fortalecer dicha red y quienes antes del ataque a Angostura habrían sido cesados en sus actividades. Ante ello, Tandazo insistió ayer en que el documento de 837 páginas no tiene ninguna autenticidad, ni validez. Explicó que la información llegó a sus manos en 2008 cuando circulaba en medios políticos con la única intencionalidad de afectar su reputación. Una de las razones sería -según su criterio- que mientras era abogado de Jaime Ortiz Barona, oferente de aviones rusos para las Fuerzas Armadas, señaló algunas razones por las cuales no se debían comprar los helicópteros Dhruv. “Esa es una de las explicaciones, porque no entiendo cómo al lado de mi nombre está el de Patricio Oña, a él lo conocí con este tema”. Oña -de acuerdo con la investigación de diario Expreso publicada el 27 de abril de 2008- era un exoficial de la aviación del Ejército que en 2002 fue contratista de la Dirección Nacional de Tránsito, año en el que denunció a Leila Hadad por el delito de falsificación de documentos como el de registro único de contribuyentes, cuentas bancarias y escrituras. No hubo más pesquisas. En cambio, en la Corte Nacional de Justicia consta una impugnación de Oña a la sentencia de 6 años de prisión a la que se le condenó por un caso de peculado en relación con la Dirección Nacional de Tránsito. Otra de las supuestas motivaciones para intentar dañar la reputación de Tandazo -sostuvo- sería por “liderar” la lucha para que la petrolera Occidental Petroleum Corporation (OXY) salga del país. El abogado manifestó que cuando estaba para posesionarse como Ministro de Minas en el gobierno de Alfredo Palacio, “misteriosamente me dijeron que me volvían a llamar”. “Allí entendí y no he dejado de entender cómo uno termina pagando el hecho de haber realizado determinadas acciones”, expresó el experto petrolero, negando alguna relación con la agencia de EE.UU.. ¿Entonces si la información es falsa por qué realizar un documento tan voluminoso? Tandazo respondió:  “No podían hacer una cosa tan pequeña (...) para meter una falsedad se tienen que decir verdades, no puede ser todo mentiras, hay cosas con veracidad (en el documento), pero en este caso no tengo nada que ver. No puedo  haberme pasado toda la vida defendiendo una posición nacionalista en el país para que me enloden así (...) desde 2008”. ¿Conoce a Fernando Villavicencio, uno de los mencionados en la investigación de Telesur sobre una nueva red de la CIA en Ecuador?, Tandazo dijo: “Una vez me pidió un criterio por mail sobre Flopec y no lo he vuelto a ver. Lo he contradicho en los medios”. (I)