La propuesta de reforma al fondo de cesantía y pensiones de retiro de las Fuerzas Armadas establecería igualdad de derechos para todos los ecuatorianos y que estos no sean distintos unos de otros. En el caso de los militares, el retiro debe ser equitativo con el de la sociedad civil. “No planteamos que sea exactamente igual al del sector civil, pero sí que no sea tan divergente, que en algunos casos sí es ofensivo. De eso es lo que se trata este proyecto, de justicia, y para eso hay que eliminar esas grandes divergencias porque  si tienes que pagarle 4.000 o 5.000 dólares a ciertas personas, va a ser difícil que alcance para todos”, argumentó ayer el Ministro de Defensa Nacional, Ricardo Patiño.En el sistema de seguridad social, la relación entre militares activos y pasivos es de uno a uno. ¿Qué ocasiona esto? Que no se pueda sostener. El Estado tiene que participar y aportar de manera significativa para que esas pensiones de militares y policías puedan sostenerse y eso solamente puede lograrse si el Estado participa y entrega recursos, por eso se tiene que poner un límite. Es distinto de la situación entre los civiles porque el Seguro Social no requiere del financiamiento del Estado, ya que tiene liquidez y solvencia propia. En cambio, los militares sí lo necesitan porque la relación de 1 a 1 entre activos y pasivos lo requiere y no está mal. Es absolutamente normal que el Estado tenga que financiar, pero lo que sí hay que decir es que no puede hacerlo ilimitadamente, no puede haber prebendas injustas. Reconocemos que estas personas están velando por la seguridad interna y la soberanía del territorio, su trabajo es importante y debe ser reconocido, pero no queremos que haya excesos injustos. ¿Cómo están planteando el proyecto?     Se trata de dos temas: la cesantía y las pensiones de retiro. Actualmen-te, el sistema que se usa en la seguridad social militar y policial es el de un fondo común que lamentablemente es injusto porque incluye los recursos de todos: cada militar y cada policía hace un aporte  a la seguridad social; en el caso de militares del 6,25% de su sueldo  y el Estado pone el 6,25%. Desde allí ya encontramos una diferencia porque el Estado está aportando por ejemplo al militar que gana $ 1.000 la suma de $ 62,50, pero al que gana $ 4.000 le aporta $ 250. Allí hay una diferencia y al final recibirá la devolución del dinero de ese fondo común. Se entrega por cesantía a cada militar, en el caso de la tropa el 125% que se calcula del último mes de sueldo por los años de servicio, y para oficiales el 100% del último sueldo por los años de servicio. Pero los que salen antes de llegar a grados superiores por cuestiones de cupos en ascensos reciben una parte menor de la que aportaron ellos mismos y el Estado. Si yo aporto y tengo que salir como cabo primero al término del último año de ese grado recibiré $ 10 mil y si le devolvieran todo el aporte que hizo al fondo común con parte de su sueldo y parte del Estado, tendría que recibir al menos entre $ 25 mil y $ 30 mil, pero esto no ocurre. ¿Por qué pasa esto? Así está hecha la ley. Desde hace muchos años este sistema de fondo común hace que el reparto se haga de una manera injusta: quienes están en rangos más altos reciben los recursos que aportaron otros. ¿Cuál es la propuesta de reforma entonces? Planteamos que el Estado ya no aporte ese 6,25%, que es diferenciado para unos más y para otros menos, sino que se entregue en función de los años de servicio. Eso no significa que la cesantía final va a ser la misma, porque, como hemos dicho, la cesantía tiene 2 componentes: el individual y el que el Estado da. Hacia el futuro, de aprobarse esta reforma, habría esos dos componentes. El aporte individual, que sí es diferente porque cada uno aporta más según el sueldo que gana en cada grado, por lo que ya no habrá ese fondo común donde unos toman más y otros menos de lo que aportaron. ¿Hay generales que reciben de cesantía $ 200 mil? O más si agregamos un recurso llamado de desvinculación, que en algunos casos permite recibir a ciertos altos oficiales más de $ 240 mil. Ese sistema, a través del cual se reparte el fondo común, es injusto porque perjudica en lo que se ha aportado. Por ello se trata de darle a cada quien lo que puso y lo que aportó el Estado. La reforma es para que se convierta  en un sistema individual. No es que los altos rangos perderán lo que aportaron, pero sí recibirán menos. Actualmente el sistema no hace justicia. Si se hace un sistema de fondos individuales, en donde se ponen los recursos en cuentas individuales, entonces se recibirá el dinero en función de eso, más los intereses que corresponda. ¿Qué pasará con el tema de las pensiones?    Las pensiones de retiro actualmente se calculan con el último día del sueldo para los que no estamos en las Fuerzas Armadas. Se calcula de los 5 mejores años de salario, en caso de militares y en el de policías, el último. Lo que se plantea es que sea de los últimos 5 años; lo segundo, que haya un tope. ¿Por qué debe haber un techo en pensiones de los militares y policías? A cualquier ciudadano que es parte de la seguridad social se le hace el cálculo promedio y eso aumenta en función de la inflación. Si a alguien le sale en promedio $ 500, recibirá ese cantidad como pensión y seguirá  incrementándose de acuerdo a la inflación, pero no podrá sobrepasar el techo de $ 2.000. Puede haber profesionales como médicos, científicos, que llegaron a ganar por ejemplo $ 6.000 o más, pero al momento de jubilarse no tendrán más de $ 2 mil de pensión porque ese es el principio de solidaridad de la seguridad social. Esto no se aplica en el caso de los militares, ya que un general recibe más de $ 4 mil, pero ninguna otra persona  recibe más de $ 2 mil. Además, en el caso de  militares y policía, sí hay incremento salarial, la pensión también aumenta, y puede crecer ilimitadamente. No estamos diciendo que se bajen todas las pensiones o no se pague, a pesar de que están por encima del techo de todos los ciudadanos del país. Pero no es razonable, no es justo que ganen más de ese techo. Por eso allí se congelarán. Una vez aprobada: ¿cómo se iniciará la aplicación de esta reforma? Hemos planteado, para evitar una desinstitucionalización, que haya un proceso de transición de 12 años, que sea paulatino para que cada vez sea más justo. Paulatinamente se dejará ese fondo de cesantía común para que en el 2018 ya no se utilice. Hasta el momento hemos socializado la propuesta con más de 2 mil militares y seguiremos en los repartos más grandes. En estas conversaciones hemos recibido importantes aportes y sugerencias que estamos sistematizando y analizando con el equipo técnico para ver en qué medida incorporar algunos de esos planteamientos, de eso se trata la socialización. Así mismo, se abrió un correo electrónico para que nuestros soldados realicen sus consultas sobre la reforma. (consultasreforma@midena.gob.ec) ESCUCHE LA ENTREVISTA AL MINISTRO RICARDO PATIÑO