Los dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Manuel Herrera, y de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), Marlon Vargas, pidieron este jueves la mediación de organismos internacionales, como la ONU y la OEA, de derechos humanos, así como de la Iglesia Católica, para solucionar el conflicto que se vive en el sector de Nankints, provincia de Morona Santiago. "Si no actuaron antes, necesitamos que ahora, después de todas las cosas que se han dado, actúen para buscar una mediación o para que se busque una solución sobre estos hechos", dijo Herrera, al señalar que la violencia no viene de los indígenas y que se mantendrán atentos y firmes a los hechos. Tras expresar su solidaridad con la familia del policía fallecido y de los heridos, entre ellos dos indígenas, Herrera aseguró que la violencia no es provocada por los indígenas y que para dialogar primero se deben retirar los policías y militares. Marlon Vargas informó que el pueblo shuar está luchando por sus derechos y que seguirá en pie de lucha por los espacios territoriales "que son nuestra vida". "Nosotros no estamos armados, la lanza es un símbolo de resistencia", dijo. La vicepresidenta de la Ecuarunari, Blanca Chancoso, insistió en que no retrocederán en su defensa del territorio, aclaró que los indígenas de Nankints no son invasores y que están listos para defender la vida.  Más temprano, en un comunicado, estas organizaciones rechazaron el estado de excepción declarado por el Ejecutivo en Morona Santiago. También responsabilizaron al Estado de la escalada de violencia en la zona. (I)