El huracán Matthew causó al menos 473 muertos durante su paso por Haití la semana pasada, según un balance provisional difundido el martes por Protección Civil, mientras las comunidades afectadas luchan por reconstruir sus viviendas y acceder a alimentos y agua potable. El presidente provisorio Jocelerme Privert calificó la situación como "desastre ecológico" y dijo que los damnificados van a recibir la ayuda que necesitan. Abogó además por que el período de "urgencia humanitaria" no se eternice, según expresó a medios extranjeros en Puerto Príncipe. Haití guarda desde el domingo 3 días de luto por las víctimas de la tormenta, que también dejó 75 desaparecidos y más de 300 heridos, según cifras oficiales. Más de 175.000 haitianos permanecen refugiados en albergues, para los que se han acondicionado numerosas escuelas, retrasando el regreso de cerca de 100.000 niños a los cursos escolares. Toda la parte meridional del país quedó anegada por las lluvias torrenciales y afectada por los fuertes vientos que azotaron durante largas horas la región. Dos estaciones de purificación de agua arribaron a Puerto Príncipe el martes como parte del primer envío de ayuda humanitaria de Francia, que prometió hacer llegar unas 69 toneladas de suministros, incluyendo kits contra el cólera y otras medicinas. Cada estación purificadora produce unos 250.000 litros de agua potable por día. Pero en algunas zonas del país los suministros no llegan, en razón de los severos daños que presentan numerosas rutas, según comprobó una periodista de la AFP en el sureño pueblo costero de Groteaux. (I)