El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se mostró optimista de salvar el acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras reunirse ayer con sus antecesores Andrés Pastrana y Álvaro Uribe. “Mi propósito es escucharlos, atender en la medida de lo posible sus observaciones y propuestas de ajuste para encontrar un camino que nos permita no solo culminar el acuerdo de paz con las FARC, sino fortalecerlo”, señaló Santos en un mensaje desde la Casa de Nariño. “Estamos muy cerca de lograr la paz. Una paz estable, duradera y con un apoyo ciudadano más amplio. Si todos tienen esa voluntad y contribuyen con responsabilidad, realismo y celeridad, lo conseguiremos”, aseguró. Santos primero recibió a Pastrana, quien tras la reunión, mencionó que el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC es un “documento base” importante, que los acuerdos “tienen cosas buenas que hay que rescatar y otras que implementar”. También sugirió activar  las zonas de concentración de las FARC para aprovechar la verificación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la protección del Ejército a los guerrilleros. En tanto, Santos y Uribe, que no mantenían contacto personal desde 2010, se saludaron antes de iniciar el encuentro y luego se instalaron en un salón de juntas del presidencial Palacio de Nariño para dialogar sobre sus diferencias en torno a los acuerdos de paz. En una declaración por separado, el expresidente Uribe - promotor del ‘No’ a los acuerdos- dijo que debe construir un acuerdo que represente a la totalidad de los colombianos y que Santos expresó voluntad para lograrlo. La esperada cita, que se produjo tres días después de que los colombianos rechazaran en un plebiscito los acuerdos de paz, se prolongó por más de cuatro horas. Con Uribe estuvieron el exprocurador Alejandro Ordóñez, los senadores Paloma Valencia e Iván Duque, el excandidato presidencial del Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga, y el excandidato a la vicepresidencia, Carlos Holmes Trujillo. Además, la excandidata presidencial del Partido Conservador, Martha Lucía Ramírez, quien promovió el ‘No’ a los acuerdos pero tiene una postura moderada frente a una eventual renegociación. Por parte del gobierno estuvieron presentes los ministros del Exterior, María Ángela Holguín; del Interior, Juan Fernando Cristo, y de Defensa, Luis Carlos Villegas, así como los generales Jorge Mora, Óscar Naranjo y Javier Flórez y el empresario Gonzalo Restrepo, quienes forman parte del equipo de negociación con las FARC. Al concluir el encuentro, Uribe le dijo a Santos los ajustes que a su criterio deben introducirse a los acuerdos de La Habana, “para buscar un nuevo acuerdo de paz”. El senador confirmó que hoy se retomarán los diálogos en los que los promotores del ‘No’ pretenden expresar al Gobierno colombiano los ajustes que consideran necesarios al acuerdo final con las FARC. Agregó que le propusieron a Santos que los guerrilleros rasos sean beneficiados con “soluciones jurídicas y económicas” para motivarlos a buscar la paz. El senador Roy Barreras, quien estuvo en la reunión, dijo en su cuenta de Twitter que “hay ánimo dialogante” y que después de seis años de diferencias con Uribe “no es fácil, pero hay diálogo fluido”. También en un mensaje por Twitter, Martha Lucía Ramírez señaló: “Ayer propuse a todos los del ‘No’ recopilar las propuestas a través de mesa técnica y esperamos pronto documento único de propuestas”. Los líderes de la campaña por el ‘No’, presididos por el expresidente Uribe y su partido, Centro Democrático, quieren renegociar principalmente dos de los puntos de los acuerdos con la guerrilla, el de justicia y el de participación política. Uribe rechaza que los jefes de las FARC que hayan cometido delitos de lesa humanidad paguen esos crímenes con penas alternativas y pide que lo hagan con cárcel efectiva. Tampoco está de acuerdo que participen en política. Esta reunión entre Santos y Uribe es parte de la operación política que está en marcha para salvar el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC tras el cerrado triunfo del ‘No’, por menos de medio punto porcentual, el pasado domingo. La negociación, sin embargo, será una tarea compleja porque apenas en su inicio muestra dos posturas que parecen irreconciliables. Por una parte, las FARC mantienen la tesis de que el acuerdo de paz es un tratado internacional “inmodificable” pues fue depositado con ese carácter en el Consejo de la Confederación Suiza luego de su firma, el pasado 26 de septiembre, en Cartagena. Por otra parte, el expresidente Uribe y el Centro Democrático, que   ganaron el plebiscito del domingo en el que los votantes dijeron ‘No’ a lo negociado con las FARC, sostienen que hay que modificar “varios puntos, y no poquitos, de ese acuerdo”. El gobierno, por su parte, señala que corresponde a las FARC decidir si se abren o no a una renegociación. “Si el propósito de Uribe es que los jefes de la guerrilla vayan a la cárcel y no puedan participar en política, la resistencia de la cúpula de las FARC a reabrir la negociación va a ser enorme”, dijo a EL TELÉGRAFO el profesor del departamento de ciencia política de la Universidad de los Andes, Iván Orozco. Pero tanto Uribe como el exprocurador Ordóñez parecen determinados a que los comandantes de las FARC responsables de crímenes de guerra paguen con prisión efectiva esos delitos y que se les prohíba postularse a cargos de elección popular. (I) {unitegallery colombia_06_10_16} ------------------ DATOS De los 34’899.945 ciudadanos llamados a las urnas el pasado 2 de octubre, tan solo fueron partícipes del plebiscito 13’066.047, es decir, el 37,43% del padrón electoral. De los 81 municipios más afectados por el conflicto; en 67 de ellos ganó el Sí y solo en 14 ganó el No. El Gobierno no tenía la obligación de someter a votación el acuerdo, pues legalmente podía firmarlos e implementarlos, pero decidió realizar la consulta para darles legitimidad política ante un sociedad dividida entre diferentes conceptos de paz y de guerra. En estos 52 años de conflicto armado se registran al menos 45.000 desaparecidos y más de 27.000 personas secuestradas. Existen 6’414.700 desplazados internos en el país y 327.000 refugiados en otras naciones, entre ellas Ecuador. (I)