El papa Francisco tendrá una reunión con pueblos indígenas en Puerto Maldonado, una región amazónica impactada por la minería ilegal, durante su visita a Perú en enero de 2018, informó el lunes la Conferencia Episcopal. "El santo padre tendrá un encuentro con los pueblos de la Amazonía, ante todo aborígenes. No pierdan de vista que estamos cerca de Brasil y Bolivia, y habrá muchas visitas", dijo en conferencia de prensa el monseñor Norberto Strotmann, secretario general de la Conferencia Episcopal y coordinador de la visita papal. Strotmann indicó que la visita a la ciudad de Puerto Maldonado (fronteriza con Brasil y Bolivia) es por la preocupación del Sumo Pontífice por las poblaciones amazónicas y el daño al medio ambiente. "Ustedes saben que el Papa tiene un pulmón que se queja de los pecados contra la ecología, y qué lugar mejor elegido que Puerto Maldonado", manifestó el monseñor. Tras su visita a Chile, Francisco llegará a Lima la tarde del jueves 18 de enero, y al día siguiente, luego de reunirse con el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, visitará Puerto Maldonado.En Trujillo estará el día 20 y en Lima el 21. "El santo padre visitará el distrito de Buenos Aires en Trujillo, que es un signo de las zonas afectadas por El Niño Costero", dijo a la prensa el obispo Miguel Cabrejos, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Trujillo es una ciudad que ha sido golpeada por los efectos de El Niño Costero, que en el país dejó este año 147 muertos, 290.775 damnificados, miles de hectáreas de cultivos destruidas, carreteras y puentes colapsados. Durante su estadía en la capital peruana, Francisco realizará una misa multitudinaria en una explanada que instalará en la Costa Verde de Lima. Además, visitará la imagen del Señor de los Milagros. Entre las actividades oficiales también está la visita a la Catedral de Lima para venerar las reliquias de santos peruanos y un encuentro con los obispos del país. De igual forma, se realizará el Ángelus en la Plaza de Armas. Perú no recibe a un pontífice desde mayo de 1988, cuando Juan Pablo II participó en el Congreso Eucarístico. Ya antes había realizado una visita apostólica en 1985.(I)