Por años ha sido uno de los logros más destacados por los expresidentes y altos dirigentes de la Concertación, la actual Nueva Mayoría de Michelle Bachelet: la reducción de la pobreza en Chile. “Cuando goberné, de 20% de pobres bajamos a 11% y tuvimos el crecimiento más alto de América Latina”, dijo en febrero el expresidente Ricardo Lagos (2000-2006) en una entrevista con el diario El País. “Es importante que hayamos sido capaces, en un contexto económico complejo internacional, poder disminuir de 2013 a 2015 de 14,4% a 11,7% la pobreza en Chile”, señaló Bachelet en 2016. En efecto, en marzo pasado, la Cepal situó a Chile como el segundo país después de Uruguay con el menor índice de pobreza en Latinoamérica con, por ejemplo, apenas el 1% de su población habitando viviendas fabricadas con materiales precarios. No solo 400.000 chilenos dejaron la pobreza entre 2013 y 2015, sino que en los últimos dos años, la pobreza extrema pasó de 4,5% a 3,5%. De acuerdo con el PNUD, el 14,4% de los chilenos son pobres. En 2006, año en que asumió el gobierno la presidenta Michelle Bachelet (primer período), la pobreza en Chile alcanzaba al 29,1% de la población, mientras que en 2011 –cuando Sebastián Piñera llevaba su primer año en La Moneda- el porcentaje bajó a 22,2%. En el contexto de América Latina, en 2010 la tasa de pobreza en la región era de 31,4% y de indigencia de 12,3% de acuerdo con cifras de la Cepal. Pero no solo las cifras de Naciones Unidas se contradicen a las entregadas por el gobierno chileno. Ello, porque un estudio de la Fundación Sol estableció que la pobreza real en el país alcanza casi el 27% si no se considera la figura del “alquiler imputado”, que se utiliza para diferenciar la dispar situación entre quienes pagan y quienes no por habitar una vivienda. El estudio de la Fundación SOL, que lleva por nombre “pobreza y fragilidad del modelo”, encontró que “al no considerar los subsidios del Estado, la pobreza pasa del 11,7% al 15,8%”. Pero “al no considerar subsidios ni alquiler imputado, la pobreza pasa al 26,9%”, es decir, casi tres de cada 10 chilenos. “Adicionalmente, hicimos el ejercicio de medir la pobreza considerando la Canasta Alimentaria de Calidad (CAC) del Ministerio de Salud en vez de la Canasta Básica de Alimentos. Al considerar la pobreza por ingresos autónomos y la CAC la pobreza llegaría al 41,6% lo que equivale a 7,3 millones de personas”, señaló este centro de estudios, cifras que resultan más que incómodas para el Gobierno. Según los expertos, los índices de pobreza en Chile tienen mucho que ver con los altos niveles de desigualdad. Así, por ejemplo, el 0,1 % de los chilenos más adinerados perciben hasta el 20 % de los ingresos totales del país y el 0,01 % percibe entre el 10,1 % y 11,5 % de los ingresos totales. En Chile la pobreza se mide a través de la encuesta Casen o Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, con base en una canasta básica de alimentos junto a una canasta básica de bienes y servicios no alimentarios. (I)