Entidades brasileñas serán privatizadas

La ca&iacute;da del Partido de los Trabajadores despu&eacute;s de 13 a&ntilde;os en la presidencia abri&oacute; una nueva temporada favorable a las privatizaciones en Brasil, sobre todo en lo que se refiere a la gigante petrolera Petrobras, que se est&aacute; encogiendo, vendiendo activos y siendo la locomotora para otros proyectos, como la venta de cuatro aeropuertos y una veintena de proyectos de concesiones con libertad para el margen de lucro de los privados. El gobierno de Michel Temer, confirmado el 31 de agosto tras la destituci&oacute;n de Dilma Rousseff en juicio po&iacute;tico llevado a cabo por el Senado, al que ella calific&oacute; como un 'golpe de Estado", ha instalado una agenda neoliberal prometiendo la recuperaci&oacute;n de la econom&iacute;a con ajuste. El punto de partida lo dio el nuevo presidente de Petrobras, Pedro Parente, que anunci&oacute; un plan de desinversiones record, en el marco del esc&aacute;ndalo por corrupci&oacute;n de ex funcionarios de la empresa estatal. Y en ese contexto, la Petrobras de Temer anunci&oacute; la venta del 90% un bien estrat&eacute;gico, la unidad de gasoductos de la zona sudeste, la m&aacute;s rica del pa&iacute;s. Un consorcio liderado por la canadiense Brookfield acord&oacute; pagar 5.200 millones de d&oacute;lares por el 90% de la rede de gasoductos Nova Transportadora Sudeste. Petrobras vuelve, as&iacute;, a la d&eacute;cada del noventa, cuando se hab&iacute;a puesto en duda la capacidad de Brasil para generar su propia industria naval y petrolera, renacida en la &eacute;poca de Lula. El espejo con los noventa se repite luego de que el presidente de Petrobras anunciara que estudian comprar buques sonda para la explotaci&oacute;n del petr&oacute;leo submarino a Corea del Sur, dejando de lado a la industria naval, golpeada por las empresas involucradas en el caso de corrupci&oacute;n. El plan de negocios de Petrobras anunciado el viernes pasado prev&eacute; el retiro integral de la empresa p&uacute;blica con capital abierto de los sectores de biocombustibles, distribuci&oacute;n de gas, petroqu&iacute;mica y producci&oacute;n de fertilizantes. La Petrobras de Temer es seg&uacute;n el plan de negocios un 25% menor que el que hab&iacute;a anunciado Dilma Rousseff en enero. En ese marco, el presidente de Petrobras defendi&oacute; el proyecto del canciller Jos&eacute; Serra que tramita en el Congreso para cambiar la ley que obliga a la empresa p&uacute;blica de petr&oacute;leo tener participaci&oacute;n al menos del 30% en todos los yacimientos submarinos descubiertos en 2007 y as&iacute; permitir una mayor flexiblidad para el ingreso de extranjeras al negocio. Esta semana, durante un encuentro con intelectuales de cara a la elecci&oacute;n municipal del domingo, el ex presidente Luiz In&aacute;cio Lula da Silva dijo que "Temer prepara un paquete de privatizaciones, con intenciones de vender los bancos p&uacute;blicos y todo lo que se pueda de Petrobras, porque al no saber gobernar tienen que vender patrimonio". El plan de privatizaciones y concesiones a privados es llevado adelante por Wellington Moreira Franco, el secretario de Estado para las sociedades p&uacute;blicas y privadas que fue gobernador de Rio de Janeiro y es el principal consejero de Temer en el Palacio del Planalto. "Estamos llevando a cabo una apertura extraordinaria a la iniciativa privada. Es cada vez m&aacute;s evidente que el Estado no puede hacer todo; hay que tener presencia privada como agente inductor al desarrollo y a la generaci&oacute;n de empleos", dijo Temer al anunciar el plan. El programa Crecer lanzado por Temer y Moreira Franco apunta a m&aacute;s de 25 proyectos en infraestructura y log&iacute;stica. Los prinicpales son las privatizaciones completas de cuatro aeropuertos grandes: Brasilia, Salvador, Fortaleza y Florian&oacute;polis. Con Rousseff, las concesiones de servicios p&uacute;blicos o aeropuertos siempre ten&iacute;an el 51% de participaci&oacute;n estatal, pero ahora no habr&aacute; l&iacute;mites. "Queremos que vengan las empresas extranjeras tambi&eacute;n", dijo Moreira Franco, quien tambi&eacute;n pretende vender estrat&eacute;gicas centrales energ&eacute;ticas de la estatal Eletrobras en la estrat&eacute;gica regi&oacute;n amaz&oacute;nica y en el noreste. La novedad, para el sector energ&eacute;tico, es que en 2017 se realizar&aacute; la segunda ronda de licitaciones en los yacimientos submarinos bajo el r&eacute;gimen de divisi&oacute;n de lucros, con la subasta de la mejor oferta en el segundo semestre del a&ntilde;o pr&oacute;ximo. Se realizar&aacute; tambi&eacute;n el pr&oacute;ximo a&ntilde;o la 14a. ronda de licitaciones de petr&oacute;leo bajo el r&eacute;gimen de regal&iacute;as y la cuarta licitaci&oacute;n en campos terrestres de gas. La miner&iacute;a entr&oacute; a &uacute;ltimo momento entre los proyectos para 2018 dentro de este plan de captaci&oacute;n de recursos, que incluir&aacute; la emisi&oacute;n de debentures -bonos a tasa fija- por parte de los bancos p&uacute;blicos. En una medida que enfrent&oacute; a Rousseff con el llamado mercado financiero, el anterior gobierno derrocado limitaba la tasa de lucro de las empresas concesionarias. Pero ahora eso cambi&oacute;. "Las concesiones tendr&aacute;n un m&aacute;ximo rigor. No habr&aacute; reemplazo de aritm&eacute;tica por ideolog&iacute;a. Las tasas de ganancias y las tarifas estar&aacute;n basadas en estudios t&eacute;cnicos y no por voluntad del presidente, del ministro o del gobernador", dijo Moreira Franco. La avanzada de los proyectos neoliberales en la econom&iacute;a de Brasil tambi&eacute;n incluyen una reforma laboral y otra en el sistema jubilatorio, aunque dentro de la base parlamentaria que apoya a Temer hay muchas diferencias debido al costo pol&iacute;tico que estas medidas puedan causar. "No son medidas contra la poblaci&oacute;n, son medidas duras a favor de la poblaci&oacute;n, porque es legislaci&oacute;n que quedado atrasada en el tiempo", defendi&oacute; Temer. (I)