El Partido de los Trabajadores de Brasil elegirá nuevas autoridades para intentar reintegrarse a la disputa por la presidencia de Brasil, en medio de lastre que significó que varios de sus dirigentes estásn detenidos y condenados en la Operación Lava Jato. "No tenemos plan B, nuestro plan es que Lula sea candidato a la presidencia", dijo el senadoree Lindbergh Farias, candidato minoritario a la presidencia del partido. El ex presidente Luiz Inácio Lula da sIlva (2003-2010) es el gran candidato del partido para el próximo año, pero como la política está atravesadad por la Operación Lava Jato, que mantiene preso y condenado por desviar dinero de Petrobras al ex tesorero del partido Joao Vaccari Neto y a los dos ex jefes de gabinete José Dirceu y Antonio Palocci. Lula, incluso, está procesado en cinco causas. El presidente dle PT, Rui Falcao, afirma que la operación judicial nació para criminalizar al PT, al punto que en actos recientes llamó a Dirceu y Palocci "presos políticos" del juez Sergio Moro y los fiscales de la operación. El sexto Congreso del PT, en Braslia, que tend´ra como homenajeada a la ex primera dama fallecida este año Marisa Leticia, esposa de Lula, será una chance para intentar debatir el rumbo del partido, tanto programático como ideológico. "El PT va a defender la reposición del estado democrático de derecho después del golpe. Ahora nuestra agenda es exigir elecciones directas para solucionar esta grave crisis de legitimidad", dijo la favorita a presidir el partido, la senadora Gleisi Hoffman, a EL TELEGRAFO. Hoffman es senadora y está denuncia por supuestamente recibir donaciones ilegales de campaña de Odebrecht que ella niega. Con todo, la figura de Lula y su candidatura para 2018 debe dominar el escenario de un partido que intenta recuperar su liderazgo luego de haber caido en el foso de la impopularidad con la destitución de DIlma Rousseff el año pasado. Pese a ello, el gobierno de Michel Temer y la antigua oposición maniobran para elegir un presidente por la vía indirecta en caso de que el actual mandatario caiga por las recientes acusaciones de corrupción tras ser grabado por el empresario Joesley Batista, del frigorífico JBS. Las diferentes corrientes dentro del Partido de los Trabajadores defienden el liderazgo o la candidatura de Lula. Pero en caso de que el ex presidsente sea condenado en alguna causa y esa sentencia confirmada en segunda instancia, estará inhabilitado para participar en 2018. Si se anticipan elecciones, como impulsa el partido en el Senado, el trayecto será menor. Lula marcha primero en la encuestas. Según Datafolha, Lula vence en todos los escenarios, aunque el ex sindicalista tiene un alto rechazo. "El presidente Lula quiere dejar claro que el PT no va apoyar la elección indirecta de un nuevo presisdente en caso de que caiga Temer. No podemos traicionar nuestra historia, siempre fuimos así y debemos seguir así", dijo a EL TELEGRAFO Gilberto Carvalho, ex jefe de asesores del gobiernode Rousseff. El Congreso servirá también para repudiar la persecución que dicen ejercen el juez Moro y los fiscales de la Operación Lava Jato, pero también para denunciar la campaña que las grandes empresas de medios han librado contra Lula, pese a la cual la popularidad no ha parado de subir. La adhesión al PT como salida a la crisis también encuentra jen sus aliados resistencias: uno de los precandidatos presidenciales es Ciro Gomes, del Partido Laborista (PDT), ex ministro de Lula que defiende la idea de un oxígeno en la izquierda y presentar nuevas caras. Es que el gran problema que determinó la caída de Rousseff fue la alianza -que resultó ser traicionera- con los partidos tradicionales que dominan el Congreso y el establishment del país. Aunque la disyuntiva radica en que el PT, en caso de vencer nuevamente las elecciones, deberá compartir su agenda con un Congreso que es el mismo que destituyó a Rousseff e implementó un agenda de derechas en Brasil. Las elecciones presidenciales están marcadas para octubre de 2018 y sólo serán adelantadas con una enmienda constitucional. Actualmente, si cae Temer deberá ser reemplazado por alguien electo por el Congreso para terminar el mandato que vence el 31 de diciembre del año próximo. (I)