El Ejército colombiano y las FARC suspenderán combates el 29 de agosto

Bogot&aacute; / La Habana.- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, entreg&oacute; ayer al Congreso los textos de los acuerdos definitivos alcanzados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para la terminaci&oacute;n del conflicto armado y decret&oacute; el cese al fuego definitivo con la guerrilla desde el pr&oacute;ximo lunes 29 de agosto. En medio de un emotivo acto, en el que estuvo acompa&ntilde;ado de v&iacute;ctimas del conflicto, ciudadanos, ind&iacute;genas, entre otros sectores de la poblaci&oacute;n, el mandatario asegur&oacute; que: &ldquo;Con lo que sucedi&oacute; ayer, en donde todo est&aacute; acordado, quiero informar a los colombianos que, como jefe de Estado y comandante de las Fuerzas Militares, he ordenado el cese al fuego definitivo desde las cero horas del 29 de agosto&rdquo;. Este era uno de los pasos &uacute;ltimos que se esperaba en el marco de la negociaci&oacute;n con las FARC, iniciada en 2012, y que, seg&uacute;n el propio mandatario, solo se dar&iacute;a cuando todo estuviera acordado. &ldquo;Se termina el conflicto armado con las FARC&rdquo;, dijo en medio de los aplausos y gritos de los asistentes que dec&iacute;an: &ldquo;s&iacute;, se pudo&rdquo;, &ldquo;paz, paz, Colombia pide paz&rdquo;. Los textos de los acuerdos fueron acompa&ntilde;ados de una carta en la que el gobernante pide al Congreso avalar los mismos, como tambi&eacute;n la justificaci&oacute;n para convocar el 2 de octubre el plebiscito. &ldquo;Ayer (mi&eacute;rcoles) sancion&eacute; y promulgu&eacute; la ley de plebiscito que aprob&oacute; el Congreso, que se revis&oacute; en la Corte Constitucional, que establece claramente que debo informar al Congreso la fecha para realizar el plebiscito, las razones por las cuales se convoca y debo entregar textos completos y definitivos&rdquo;, manifest&oacute; Santos. En el discurso, el presidente record&oacute; su promesa de campa&ntilde;a en 2014, cuando buscaba la reelecci&oacute;n, se&ntilde;alando que &ldquo;un hecho tan importante que va a cambiar para bien la vida de los colombianos, como es la paz con las FARC, deber&iacute;a ser refrendado con el pueblo para darle mayor legitimidad&rdquo;. Y agreg&oacute; que la mejor manera de hacerlo era mediante un plebiscito porque &ldquo;facilita la decisi&oacute;n del pueblo&rdquo;. Finaliz&oacute; pidi&eacute;ndole al Congreso pronta respuesta a la convocatoria: &ldquo;Los colombianos estamos a la expectativa&rdquo;. Por su parte, el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, al recibir el texto definitivo de los acuerdos, se&ntilde;al&oacute; que ser&aacute;n analizados el lunes pr&oacute;ximo y para lo cual ya fueron convocadas las plenarias de ambas c&aacute;maras. El legislador explic&oacute; que ese mismo d&iacute;a se dar&aacute; el aval que solicit&oacute; el jefe de Estado para convocar el plebiscito. A&ntilde;adi&oacute; que tambi&eacute;n en ese momento se conocer&aacute; la pregunta que har&aacute; a los colombianos en las urnas para que acepten o rechacen los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y el grupo insurgente. Tambi&eacute;n el senador Lizcano urgi&oacute; al Consejo Nacional Electoral para que expida la norma para reglamentar el plebiscito. Para ser aprobado, el acuerdo debe tener al menos 4,4 millones de votos afirmativos (13% del padr&oacute;n electoral) y que estos no sean superados por el &lsquo;No&rsquo;.Previo al plebiscito, Santos y el l&iacute;der de las FARC, Timole&oacute;n Jim&eacute;nez (&lsquo;Timochenko&rsquo;), firmar&aacute;n la paz en un lugar y fecha a&uacute;n por definir (se prev&eacute; que sea el 23 de septiembre). Confiado en un resultado favorable, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, indic&oacute; ayer que no &ldquo;hay espacio para renegociar&rdquo; en caso de que gane el &lsquo;No&rsquo;. Este es el cuarto proceso de paz con las FARC tras intentos fracasados en 1984, 1991 y 1999. La espera del &lsquo;D&iacute;a D&rsquo; Explic&oacute; que la firma del acuerdo ser&aacute; el &lsquo;D&iacute;a D&rsquo; que dar&aacute; comienzo a la concentraci&oacute;n de los rebeldes en 23 zonas y 8 campamentos en Colombia y al consiguiente desarme, que ser&aacute; supervisado por la ONU y los observadores internacionales. Con el cierre de la negociaci&oacute;n en Cuba, las FARC se aprestan a presentar el texto a sus tropas. Lo pactado con la mayor guerrilla de Colombia, surgida de una sublevaci&oacute;n campesina en 1964, dejar&aacute; atr&aacute;s en parte una conflagraci&oacute;n entre grupos armados de izquierda, paramilitares de derecha y fuerzas estatales, con un saldo de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados. En el pa&iacute;s a&uacute;n opera el Ej&eacute;rcito de Liberaci&oacute;n Nacional (ELN). El acuerdo fue aplaudido por la comunidad internacional, desde el secretario de la ONU Ban Ki-moon; la alta representante de la Uni&oacute;n Europea, Federica Mogherini; el jefe de la OEA, Luis Almagro; el secretario de la Unasur, Ernesto Samper; pasando por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; y la candidata presidencial dem&oacute;crata de ese pa&iacute;s, Hillary Clinton. Aunque el mundo elogia el pacto, no todos los colombianos lo aprueban. Un sector influyente, liderado por el expresidente derechista &Aacute;lvaro Uribe (2002-2010), se opone firmemente a la paz negociada en La Habana, por considerar que traer&aacute; impunidad para los actores del conflicto armado. El pacto se&ntilde;ala que quienes confiesen cr&iacute;menes atroces ante un tribunal especial podr&aacute;n evitar la c&aacute;rcel y recibir penas alternativas. Si no lo hacen, y son declarados culpables, ser&aacute;n condenados a penas de 8 a 20 a&ntilde;os de prisi&oacute;n. (I) ---------------- LOS ACUERDOS Reforma rural integral: Generar buen vivir para la poblaci&oacute;n rural, promover la igualdad, asegurar el goce de los derechos. Participaci&oacute;n pol&iacute;tica: Dejaci&oacute;n de las armas y de la violencia como mecanismo pol&iacute;tico. Transitar a un escenario en el que impere la democracia para quienes participen en pol&iacute;tica. Cese al fuego y hostilidad bilateral y definitivo: Terminaci&oacute;n de acciones ofensivas entre la fuerza p&uacute;blica y las FARC-EP. Adem&aacute;s, establece la etapa de reincorporaci&oacute;n de las FARC a lo econ&oacute;mico y pol&iacute;tico de acuerdo a sus intereses. Drogas il&iacute;citas: Se promueve una visi&oacute;n que otorgue un tratamiento distinto al consumo y tr&aacute;fico il&iacute;cito. V&iacute;ctimas: Sistema de verdad, reparaci&oacute;n y no repetici&oacute;n, que combina mecanismos judiciales que permitan la investigaci&oacute;n y sanci&oacute;n de las violaciones a los DD.HH. Mecanismos de implementaci&oacute;n y verificaci&oacute;n: Se crea comisi&oacute;n de seguimiento del Acuerdo final de paz y de resoluci&oacute;n de diferencias. Los pa&iacute;ses garantes y acompa&ntilde;antes continuar&aacute;n velando por el cumplimiento. (I)