Oficiales de inmigración de Estados Unidos siguieron la semana pasada a una niña indocumentada de 10 años, que sufre de parálisis cerebral, hasta un hospital en Texas y la detuvieron para ser deportada luego de una cirugía, dijeron defensores este lunes. La Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) exigió, en una carta enviada a múltiples agencias gubernamentales a cargo de niños migrantes, que Rosa María Hernández sea entregada a sus padres, que viven en la ciudad estadounidense de Laredo, fronteriza con México. "Separar a la fuerza a Rosa María de su familia le ocasiona serios daños psicológicos y emocionales a ella y a su familia entera", dijo la ACLU en su misiva. Asimismo, dio al gobierno hasta la tarde del martes para liberar a la niña antes de tomar "acciones legales inmediatas". Hernández sufre de parálisis cerebral, una enfermedad de desarrollo del cerebro que afecta el movimiento del cuerpo y el control sobre los músculos. Su madre la llevó ilegalmente a Estados Unidos desde México cuando tenía tres meses de nacida para que recibiera mejor cuidado médico, según reportes de medios. Cruzaron de Nuevo Laredo a Laredo, ciudades adyacentes en la frontera. La niña viajó la semana pasada en ambulancia a la cercana ciudad de Texas para una cirugía, acompañada por un adulto de la familia que es ciudadano estadounidense. Agentes de inmigración los pararon en una alcabala y los siguieron al hospital, donde monitorearon su tratamiento y la tomaron en custodia una vez recibió el alta médica, según la ACLU. El arresto causó indignación y cuestionamientos a las prioridades del gobierno de Donald Trump, frente a las crecientes detenciones de migrantes indocumentados. Trump ha prometido enfocarse en aquellos que cometan crímenes mientras están ilegalmente en Estados Unidos. En tanto, se han recaudado más de $ 26.000 en la plataforma GoFundMe para colaborar con los gastos legales de Hernández. El diario The Washington Post cuestionó, en un editorial, "el juicio -por no mencionar la humanidad- de los agentes federales". La agencia estadounidense a cargo de los niños migrantes dijo que no podía comentar un caso específico y el organismo de aduanas y protección fronteriza no respondió a una solicitud de comentarios. (I)