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Ecuador, 20 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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ATPDEA ¿Qué perdemos realmente?

La economía ecuatoriana no se afectará “gravemente” con la renuncia irrevocable a la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (Atpdea) de Estados Unidos, como han manifestado ciertos empresarios y gremios que ya anticipan, inclusive, la pérdida de 250 mil puestos de trabajo.

Las cifras que ofrecen, y de las cuales se hace eco la prensa privada, no dan cuenta de un análisis técnico para difundir algo que, de hecho, genera incertidumbre en el sector laboral. En la última semana de junio, varios actores políticos de Estados Unidos venían hablando de “castigar” a Ecuador con la suspensión unilateral de las preferencias arancelarias si se concede asilo al ciudadano norteamericano Edward Snowden, que denunció el espionaje internacional de esa nación.

El 27 de junio de 2013, el Secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, expresó la decisión de Ecuador de rechazar la Atpdea porque fue utilizada como un mecanismo de chantaje político y económico. “Nuestro país no negocia con los principios ni los somete a intereses mercantiles, tampoco acepta coerción de ningún Gobierno. Frente a las amenazas, la prepotencia y la arbitrariedad de actores políticos y mediáticos de Estados Unidos, de no extender la Atpdea, el Estado ecuatoriano asume una posición soberana y renuncia unilateralmente”. ¿Para quién las preferencias? Ecuador era el único país andino que quedaba dentro del sistema, hasta el 31 del presente mes, que terminaba la última extensión. En 2008, Bolivia fue eliminado de la Ley y Perú y Colombia firmaron un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, que les exonera totalmente del pago de aranceles.

En este escenario, la embajadora de Ecuador en Washington, Natalie Cely, vio difícil que se extiendan las preferencias para una sola nación. La Atpdea fue una concesión unilateral de Estados Unidos y sirvió para reconocer el esfuerzo que realizan los países de la región en el combate al narcotráfico. Se trata de una compensación mínima frente a la inversión que realizan los gobiernos para luchar contra ese azote social. Ecuador es reconocido mundialmente por los esfuerzos que realiza. “Sin las preferencias andinas, Ecuador no dejará de extremar su lucha contra este cáncer social y, con ese propósito, puede cultivar lazos de cooperación con uno de los principales centros de demanda mundial de cocaína –EEUU- dentro de los límites del respeto a las soberanías de los países cooperantes”, señalan el secretario de Planificación, Fander Falconí, y el catedrático Julio Oleas, en un artículo Adiós Atpdea. No es una mala noticia.

La posición empresarial

Para el historiador Juan Paz y Miño, el tema permite que nuevamente “sea visible la tradicional mentalidad del sector empresarial que a lo largo de la historia ha requerido siempre de apoyos estatales para promover su “competencia”, tratamientos especiales internacionales o han pugnado por precarizaciones laborales”. El fin de la Atpdea y el riesgo de perder otras preferencias “no pueden anteponerse a la soberanía y a la dignidad nacionales, pero obligan a que el Gobierno encuentre las compensaciones que considere necesarias y, sobre todo, a que los empresarios quejosos cambien su vieja mentalidad rentística para que se vuelvan “competitivos”, modernos y capaces de diversificar mercados”, añadió.

“Cualquier tipo de compensación que se quiera establecer para mejorar los ingresos de los empresarios que han usufructuado de la Atpdea, solo tendría sustento político si se acepta que el Estado ecuatoriano está obligado a asumir los costos privados derivados de una decisión soberana y unilateral de Estados Unidos”.En esa misma línea, el sociólogo Werner Vásquez critica a la federación de comerciantes, al señalar que esta sueña con una economía controlada por un mercado libre utópico, donde el individuo vele por sí mismo y compita sin límites, ni control moral-ético con sus semejantes. Precisa que esos sectores deben replantearse seriamente qué hacen en este país; “exigen mano de obra, consumidores, ventajas y subsidios del Estado, pero poco quieren contribuir al cambio estructural con un país en pobreza y atraso”. Habrá que preguntarles –agrega- de qué manera se comprometen con la gran meta de erradicar la pobreza, pues, “su visión se reduce a comerciar, de lo cual deviene el empleo precario de bajos salarios y sin seguridad social”.

Pero los empresarios siguen escépticos ante el anuncio del Gobierno de medidas compensatorias: cubrir a los exportadores el 100% de los aranceles y reducir los trámites en una sola institución para agilizar la entrega del dinero. Ante la pregunta de qué opina sobre la ayuda del Gobierno y si el haberse salido de la Atpdea dejaría sin empleo a 250 mil personas, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, René Ortíz, calificó de errático el manejo de la política exterior, que genera un problema de credibilidad y falta de confianza. Manifestó que se confunde con “mucha facilidad” los límites en los que debe funcionar el comercio puramente técnico y las relaciones internacionales, en las que el Gobierno “quiere imprimir el matiz ideológico, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores”. En su opinión, “el sector privado no se merece el actual tratamiento que está recibiendo desde el Gobierno, después de haber conquistado más de 102 mercados en el mundo”.

Al respecto, Falconí calificó de eufemismo el decir que Ecuador no tiene política comercial y expresa el descontento que causa en ciertos sectores sociales que el Gobierno no se allane a las políticas de libre comercio que le ha querido imponer Estados Unidos.

La antesala de Chevron

A la posición empresarial se suma la de la compañía estadounidense Chevron, que hizo una costosa campaña en medios impresos y electrónicos y antesalas en el Congreso y Senado de ese país en contra
de Ecuador, para impedir la renovación de la Atpdea. Así, intenta bloquear el pago de 19 mil millones de dólares que debe cancelar a las comunidades amazónicas afectadas por los 26 años de operación de Texaco (hoy Chevron) en el territorio amazónico ecuatoriano.

Al mismo tiempo, la petrolera trata de influir para que Ecuador sea suspendido del Sistema General de Preferencias (SGP) que Estados Unidos otorga a todos los países en vías de desarrollo. Antes de tomar la decisión de renunciar a la Atpdea, el Gobierno Nacional presentó la solicitud a la Oficina de Representantes de Estados Unidos para el Comercio (USTR) para que las rosas, brócoli congelado y alcachofas procesadas en salmuera, se consideren dentro del SGP. Las partidas de los productos son: 2005.99.80: alcachofas preparadas o preservadas que no sean en ácido acético o vinagre; 0710.80.97: vegetales congelados incluido brócoli congelado; y 0603.11.00: rosas frescas cortadas.

El presidente de Expoflores, Alejandro Martínez, destacó que traspasar las rosas al SGP, permitiría que las flores entren al mercado estadounidense con tarifa cero arancel, pues, sería la única alternativa que les queda, una vez que el 98% de la producción nacional se exporta, con un crecimiento anual entre el 9% y 12%. El USTR aún no se ha pronunciado con respecto al tema, ni tampoco sobre la petición de Chevron. “Estamos esperando la resolución, vamos a ver qué pasa”, dijo el ministro de la Producción, Richard Espinosa. También hace lobby en el Senado, la petrolera Occidental, que mantiene una controversia con el Estado, por la violación del contrato del bloque 15.

Una milésima parte

El Gobierno compensará con 23 millones de dólares el beneficio arancelario a todos los productos de exportación que ingresan al mercado estadounidense y se vean afectados. Lo hará a través del abono tributario, cuyo proyecto de ley se enviará a la Asamblea Nacional para su trámite. El Ministerio Coordinador de Política Económica dedujo los 23 millones del ahorro arancelario que se registró en 2012. Los recursos saldrán del Presupuesto General del Estado (PGE) de 32.366 millones de dólares, por lo que la cifra no representa ni la milésima parte del PGE. Además, el beneficio de la Atpdea es menor a lo que puede generar una caída de 50 centavos de dólar por barril en el precio del petróleo ecuatoriano de exportación, que causaría pérdidas al Fisco de 40 millones de dólares; y, por el remezón de un dólar el barril, de 81 millones.

EE.UU no es el único mercado

Estados Unidos no es el único mercado para los productos de exportación ecuatorianos. El país ha diversificado los destinos comerciales y cuadruplicado las exportaciones en los últimos 10 años. Según un informe del Banco Central, publicado en septiembre de 2012, las exportaciones no petroleras desde 2002 se han incrementado 182% a Colombia, 1.115% a Venezuela, 219% a Rusia, 101% a Italia, 186% a Alemania, 534% a España, 303% a Holanda, 283% a Perú, 270% a Bélgica, 370% Francia, 167% a Reino, 68% a Japón y 2.081% a China. Este último país asiático se ha convertido en el mercado más importante del mundo por su inmenso crecimiento económico.

Segunda economía dinámica

Por otro lado, el ministro Espinosa aseguró que la economía ecuatoriana es fuerte y se sostiene en políticas públicas claras. Esto se demuestra en estudios de la Comisión Económica Para América Latina (Cepal), de la consultora británica Economist Intelligence Unit y de los bancos Itaú y HSBC, que revelan que Ecuador es la segunda economía más dinámica de Suramérica con un 5,5% de crecimiento. Cifras de 2012, de la Comisión de Comercio Exterior de Estados Unidos (Usitic) revelan que las importaciones que su país realizó desde Ecuador, fueron de 9.336 millones de dólares, y las importaciones no petroleras alcanzaron 2.399 millones. En ese año, las exportaciones totales sumaron 10.628 millones, y las no petroleras 2.262 millones. En 2012, según el Usitic y de acuerdo a la preferencia a la que efectivamente puede acogerse cada partida arancelaria, el 77% del total de las importaciones no petroleras desde Ecuador ingresa al mercado estadounidense bajo la aplicación del principio de Nación más Favorecida; un 10% al amparo de la Atpdea y un 13% del SGP/Atpdea (en el último caso los productos pueden acogerse a las dos preferencias).

Los productos que entraron con la Atpdea y no tienen la opción de hacerlo a través del Sistema General de Preferencias, representaron el 10% de las importaciones no petroleras y totalizan, aproximadamente, 240 millones de dólares. En promedio, durante el periodo 2007- 2012, los productos perdedores (Atpdea sin SGP) llegan a 250 anuales; mientras que el total de productos perdedores que ingresó en ese mismo periodo sin las preferencias, fue de alrededor de 500. Los principales productos que llegan a dicho mercado bajo Atpdea sin GSP, son: rosas 39.6%, atún 38.3%, brócoli 9.6%, textiles 2.4%, piñas 2%, alcachofas 1.7%. El ahorro arancelario que se tuvo en 2012, gracias a las dos preferencias, fue de unos 38 millones para los productos no petroleros y de 41 millones para la totalidad, incluyendo el petróleo. Solo con la Atpdea el beneficio para los empresarios fue de 23 millones de dólares; y, con SGP juntos, 43 millones, según cifras oficiales.

La historia de la Atpdea

El 4 de diciembre de 1991 el gobierno de George W. Bush (padre), creó la Ley de Preferencias Arancelarias de los Países Andinos. Esta consistía en la eliminación de aranceles a una serie de productos para Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador. El 31 de diciembre de 2002, en el marco de la lucha contra el narcotráfico y lo que los norteamericanos califican de “narcoguerrilla” o “narcoterrorismo”, se renovó el programa. Se denominó a la Ley como de Promoción Comercial Andina y erradicación de Drogas (Atpdea). La idea era otorgar preferencias arancelarias a los países andinos en función de su combate al narcotráfico. El 31 de diciembre de 2006, según estipula el acuerdo firmado en 2002, las preferencias debían terminarse en esta fecha.

Este acuerdo se actualizó por otros seis meses (hasta junio de 2007), y a partir de esta fecha, la extensión y los condicionamientos se volvieron una política constante por parte de Estados Unidos, explicó la Secretaría Nacional de Comunicación. El 9 de diciembre de 2010, la ministra Coordinadora de la Producción en funciones, Nathalie Cely, expresó la voluntad estatal de apoyar a los empresarios, de no llegarse a renovar el acuerdo. El 19 de enero de 2011 viajó a EE.UU una comitiva empresarial, auspiciada por el Gobierno ecuatoriano, para mantener acercamientos con representantes legislativos, con miras a estudiar las posibilidades de una renovación de las preferencias, en un contexto de respeto y beneficio mutuo. El 26 de enero de 2011, el canciller Ricardo Patiño y el viceministro de comercio, Francisco Rivadeneira (hoy ministro de Comercio Exterior)se reunieron con empresarios ecuatorianos de distintos sectores productivos para tratar la extensión de la Atpdea y las negociaciones de acuerdos bilaterales con la Unión Europea. El 13 de febrero de 2011, aproximadamente 800 productos contemplados en el sistema, ingresan a los EEUU sin el convenio de preferencias arancelarias.

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