La próxima semana en Nueva York los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunirán para discutir sobre la forma de enfrentar el problema del tráfico y consumo de  drogas ilícitas. Ecuador propondrá un cambio de enfoque del tema de manera que sea abordado desde un punto de vista socioeconómico y no punitivo. El defensor público, Ernesto Pazmiño, indica que con el discurso de proteger la salud física y moral de la humanidad, “esta guerra contra los estupefacientes ha propiciado estrategias que no han reducido ni el consumo ni la producción, sino todo lo contrario”. Pazmiño considera que al estar el país libre de cultivos ilícitos se podría asumir el control del mercado de la marihuana, “tenemos experiencias cercanas como Uruguay,  que desde el Gobierno regula la producción y comercialización del cannabis, y de Colombia, que aprobó la hierba para uso medicinal. Esto es una alternativa que deberíamos discutir como una propuesta sólida”. El funcionario considera que esto eliminaría la violencia que genera el tráfico y el microtráfico, y los esfuerzos estatales se centrarían en el ámbito de recuperación de la salud de los consumidores. Según reportes del Ministerio del Interior, en 2015 se decomisaron 13,70 toneladas de marihuana que es importada especialmente desde Colombia y llega a través de puntos fronterizos, como Esmeraldas y Sucumbíos. Asimismo, el año anterior se incautaron 2,60 toneladas de pasta de cocaína, 0,03 de clorhidrato de cocaína y 0,03 de heroína que estaban destinadas a la venta al por menor. Pazmiño señala que en el país el 30% de los internos en los centros de rehabilitación, que suman aproximadamente 26.000 personas, está por delitos  relacionados con el tráfico de drogas; y sobre todo estima que de ese número la mayoría es también de adictos, “de cada 10 casos que recibe la Defensoría, 6 son por cuestiones de microtráfico”. Además, la ley es punitiva y no hay una contraparte que trate este problema desde un ámbito socioeconómico, médico-sicológico lo cual podría ser una solución más viable a este tema. Para Jorge Paladines, experto en temas de narcotráfico, en el mundo se castiga de manera excesiva y rígida, tanto a consumidores como microtraficantes, lo cual no ha solucionado el problema, sino que lo ha empeorado, “este tema tiene que ver con esta tragedia mundial en la que la lucha contra las drogas goza de una posición privilegiada dentro de las políticas de seguridad, por eso hay que cambiar del enfoque policial al social”. El experto estima que ha primado una tendencia de penalización exagerada empujada desde Estados Unidos que motivó en los 80 reformas judiciales en los países de América Latina que aumentaron las penas lo cual criminalizó el consumo. Paladines destaca que el país superó esta tendencia y la Constitución despenalizó el consumo y se aprobaron las tablas con umbrales de posesión de alcaloides, lo cual motivó el reconocimiento de la comunidad internacional. Por esto,  el país participará en la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de aportar en el debate mundial  de los nuevos enfoques que se refieren  a priorizar los derechos humanos. “Las personas deben ser el centro de las políticas y no las sustancias, Ecuador se sumará a los planteamientos esgrimidos en la región a través de organismos como la Unasur para que se cree una nueva política mundial sobre las drogas”, dice Pazmiño. La última reunión de los países que conforman la ONU para  tratar exclusivamente el tema de drogas se efectuó en 1998. (I)