Tres entidades y funcionarios han rechazado en ocasiones diferentes el informe de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) sobre la construcción de la hidroeléctrica Manduriacu. El documento habla de una supuesta elevación del costo final, además de indicar reparos a la licencia ambiental.

Primero fue el Contralor del Estado, Carlos Pólit, quien si bien no negó el derecho a investigar de la Comisión, dijo que lo “manifestado es una falsa información”.

Pólit pide que no se tomen los informes (preliminares) de la propia Contraloría para generar “desconfianza en el país”.

Luego fue la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), que en un comunicado aclaró que el informe de la CNA contiene “una colección de errores y distorsiones en información técnica, costos, nombres, fechas y lugares”.

El primer error de la CNA, según Celec, fue vincular a la Prefectura de Pichincha cuando esta entidad no tuvo potestad de contratación en la hidroeléctrica, ubicada al noroccidente de la provincia.

La Prefectura hizo un estudio previo al proyecto. En efecto, el propio prefecto Gustavo Baroja dijo ayer que la entidad efectuó informes preliminares sobre el potencial hidroeléctrico de la provincia, “como apoyo al plan de cambio de la matriz energética que viene desarrollando el Gobierno”.

Estos documentos se entregaron a la Presidencia.  De los 11 proyectos propuestos fueron aceptados 8, entre los que estaban Manduriacu y Toachi Pilatón. Para Baroja, la investigación está mal hecha, pues se omitieron detalles, como que en 2010 la Prefectura cedió los derechos sobre los proyectos hidroeléctricos en favor de Celec. “El Prefecto de Pichincha no integra el directorio de Celec”, apuntó.

En cuanto a las críticas sobre el tema de la fiscalización de la obra, Baroja defendió la idoneidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México, a la que calificó como una entidad con prestigio, no solo regional, sino mundial.

La Celec aclaró que el proyecto sí contó con una licencia ambiental y que fue otorgada por Conelec en 2012. “Estos hechos demuestran la ligereza, irresponsabilidad y mala fe con la que actúa la Comisión, que a través de la distorsión de las cifras y los hechos, pretende desinformar y engañar a la ciudadanía”, consta en el comunicado.

Por su parte, la Contraloría General del Estado agregó que el examen especial no evidenció sobreprecio.

El contrato original fue $ 124’881 millones, y si hubo un aumento del valor hasta llegar a $ 227 millones, es porque se registraron otros gastos técnicos como el mantenimiento de la vía de acceso al proyecto y ajustes a las especificaciones de los equipos hidroelectromecánicos; así como el túnel de desvío del río Guayllabamba y cambio de la tipología de la represa de hormigón.

La Celec también alega que el presupuesto subió por otros gastos como administración, fiscalización, adquisición de terrenos, plan de manejo ambiental e impuestos.

Ayer el prefecto Baroja no descartó seguir en el futuro acciones legales en contra de los miembros de la Comisión. Además pedirá a la Contraloría que se audite el proceso seguido en la obra. (I)

DATOS

La hidroeléctrica Manduriacu se encuentra ubicada entre las provincias de Pichincha e Imbabura, cantones Quito y Cotacachi.

Tiene una potencia de 65 MW de potencia, aprovecha las aguas del río Guayllabamba.

Opera desde enero de 2015, la inauguración fue el 19 de marzo y aporta al Sistema Nacional Interconectado reduciendo emisiones de CO2.  

Las comunidades de influencia son: Cielo Verde, Río Verde, Sta. Rosa de Manduriacu, El Corazón, Chontal, Guayabillas, Sta. Rosa de Pacto.

Durante su fase de construcción creó 2.450 fuentes de empleo directo. Beneficia a más de 10 mil habitantes correspondientes a las parroquias de Pacto y García Moreno.