La casa del terror cautiva a los jóvenes
En octubre, las ‘casas del terror’ son solicitadas por los ciudadanos, y aunque la tradición de Halloween no pertenece a nuestras raíces, cada año aumenta el número de adeptos a esta celebración.
Por ello los centros comerciales, parques o cualquier área se convierten en el lugar idóneo para instalar estas terroríficas estructuras.
Tomás Jiménez, de 26 años, es el encargado de la casa del terror ubicada en el Malecón Simón Bolívar, justo en la entrada del portón Colón. Cuenta que los visitantes entran por un rato de diversión.
150 personas en un día ordinario acuden al lugar y cancelan por la entrada $ 4, valor que aumenta los fines de semana o feriados.
Gissella Montesdeoca, dueña y diseñadora de ‘Zombie Attack’, como se denomina a la casa del terror, dice que les tomó 3 días armar la escenografía y que lleva 5 años produciendo estos espectáculos. “El recorrido dura entre 4 y 5 minutos, pero se extiende cuando los participantes quedan impactados por lo espeluznante del lugar. No avanzan y tienden a agredir a los personajes”, relata Jossy Murillo, quien labora como zombi dentro de la casa.
Cada grupo está integrado por entre 6 y 10 personas. Todos deben sujetar una soga y acompañar al guía para atravesar los pasadizos y salones con los que cuenta el sitio.
En el interior encontrarán a más de 15 actores que personifican a los zombis, entre ellos Joao Farfán, de 25 años, y David Guzmán, de 19.
El único objetivo es asustar y causar pánico a los turistas.
Álisson Morán, de 20 años, y Rossy Valencia, de 14, decidieron aventurarse a este recorrido; las dos corrieron a la salida debido a que no soportaron el acecho de un hombre con motosierra.
“Gritamos mucho porque todo es tan real. Pero igual volveremos a entrar”, aseguran ambas.
Este año, la casa del terror cambió no solo su fachada, que se ambienta con los árboles del malecón, sino también su interior.
Ahora cuenta con un túnel inflable, que simula paredes que se cierran, y con un puente que parece un abismo, lo que genera miedo.
Jiménez invita a quienes deseen pasar un momento de terror. “Es una forma de divertirse, aun cuando el terror se apodera de las personas. Pienso que es bueno sentir esa sensación de miedo. Muchos visitantes ingresan hasta 3 veces por día”. (I)
