El expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) José María Marín (foto), bajo detención domiciliaria en Nueva York por el caso de corrupción en la FIFA, consiguió el martes pasado la autorización de un juez estadounidense para flexibilizar sus condiciones de arresto con una salida semanal extra.    Marín, de 83 años, fue detenido en mayo de 2015 en Zúrich (Suiza) cuando estalló el escándalo de corrupción en la FIFA y extraditado en noviembre a Nueva York, donde se declaró inocente de los cargos en su contra y salió liberado bajo fianza de 15 millones de dólares. El juez federal Raymond Dearie accedió al pedido de su abogado Charles Stillman para flexibilizar las condiciones de su arresto domiciliario, de modo que pueda salir a la calle los jueves por la tarde durante 4 horas consecutivas.   El letrado había tenido que modificar su demanda inicial, ya que en una primera misiva enviada la semana pasada solicitó ese beneficio argumentando que Marín necesitaba “tomar aire fresco, limpiar su cabeza, caminar con su esposa y ser ‘solo una persona’”. En una segunda carta presentada el mismo día más tarde, Stillman retiró esa curiosa frase y explicó que Marín quería “tener actividad recreativa como caminatas” en un radio no mayor a los 3 kilómetros de su apartamento y siempre acompañado de un guardia de seguridad. Hasta el momento, Marín solo tenía permitido salir acompañado por seguridad privada para ver a sus abogados y asistir a audiencias, una vez por semana al supermercado y otra para servicios religiosos. Marín está acusado de haberse quedado con millones de dólares procedentes de empresas deportivas relacionadas con la venta de los derechos de la Copa América de 2015, 2016, 2019 y 2023, y de la Copa de Brasil entre 2013 y 2022. (I)