La doctrina política indica que los 100 primeros días de un mandatario marcarán todo su gobierno. Lenín Moreno se encuentra en ese lapso, pero la semana que termina ha sido especialmente intensa y deja ver la línea que seguirá su período. En estos últimos días hubo tres reuniones clave. La primera, con lideresas para hablar de una pandemia regional: la violencia de género, que ha repuntado con fuerza en todo el continente. La segunda cita fue con los dueños de los medios de comunicación privados, en la cual resaltó su compromiso con la libertad de expresión. Y la última ocurrió el viernes, en El Coca, cuando participó en el congreso de la Fenocin y se comprometió con los pueblos y nacionalidades del país, entre otros temas, con la agricultura familiar y la educación bilingüe. Si se interpretan esos encuentros, hay tres principios claros: equidad para las mujeres, tolerancia a la crítica e integración social. Estos pilares en los que aparentemente se sostendrá su gestión en la Función Ejecutiva deben extenderse y alcanzar a todos los estamentos de la sociedad ecuatoriana. Y no solo porque así lo determine el Jefe de Estado, sino porque son valores democráticos que conducen al desarrollo de los países. (O)