Para hoy se convoca a una manifestación en apoyo a un grupo de militares cesados y a la institución que representaron. Lo hacen quienes en estos años jamás han estado de acuerdo con los cambios reales y de fondo a favor de la entidad en la que militaron y a la cual los gobiernos pasados no le dieron ni los recursos ni el valor institucional que ahora tiene. Lo hacen bajo el manido recurso del llamado ‘espíritu de cuerpo’. Es decir, no importa si se cometen errores o fallas legales. Tampoco si detrás de esa falla hay una injusticia o un atentado al bien común, con el dinero de todos los ciudadanos. Lo que cuenta es el espíritu de cuerpo. Y eso tiene supuestamente unanimidad, pero la verdad es que hay fisuras en ese ‘espíritu de cuerpo’ porque también se pronuncian miembros de la institución, vía redes sociales y correo electrónico, denunciando ciertos privilegios y fallas administrativas en la gestión de quienes apelan a la dignidad y al honor como valores supremos, mientras han incurrido en abusos y exclusiones. Ojalá ese espíritu sea para sensatamente favorecer un diálogo colectivo y una respuesta cívica a temas complejos de toda la sociedad. (O)