Entrevista / Juan Pablo Zúñiga / presidente de Anecacao
El sector del cacao prevé mejoras en julio
El comercio internacional de cacao presenta un panorama negativo, explicó Juan Pablo Zúñiga, presidente de la Asociación de Exportadores de Cacao (Anecacao). La realidad obedece al incremento de la producción de los principales países africanos dedicados a exportar el grano, Costa de Marfil y Ghana, lo cual ha hecho que en el mercado mundial se refleje con la caída considerable de precios.
¿Cuál ha sido la variación del precio internacional del cacao?
La cotización en bolsa del cacao hace un año estaba a niveles de $ 3.000 por tonelada, hoy en día está entre $ 1.900 y $ 2.000 por tonelada, hay una caída de 35%. Costa de Marfil representa 1’600.000 toneladas al año y ese país anunció que tendría una supraproducción que bordeará 2 millones de toneladas.
Bajo esta situación ¿qué se espera este año a nivel local?
Consideramos que el mercado de cacao se va a mantener a niveles bajos, por lo menos en el primer semestre de este año, comenzando a experimentar mejoras a partir del segundo semestre, en julio. No vemos con mucho optimismo de que llegue a los niveles que estuvo durante mucho tiempo. Si los precios se mantienen bajos, la producción estará a niveles similares. Lo que sí esperamos es que nuestros productores vean una oportunidad de hacerle frente a la crisis de precio con la siembra de variedades de cacao de mayor productividad.
¿Cuánto perdió el sector en 2016?
El año pasado el sector perdió cerca de $ 100 millones por dos aspectos. El primero debido a los efectos del fenómeno El Niño y el segundo, por la caída de precios. El sector está bastante golpeado y para recuperarse se requiere apoyo financiero y ciertos incentivos de parte del Gobierno.
¿Qué incentivos proponen?
Con líneas de crédito a largo plazo, a través de la Corporación Financiera Nacional (CFN), estas deben ser sobre los 10 años ya que el cacao recién empieza a estar en su plenitud de producción durante el quinto año. Se deberían mantener períodos de gracia de no menos de 5 años y que se pueda gozar de tratamientos especiales en el tema tributario como es la exoneración del anticipo del Impuesto a la Renta, eliminación de ciertos aranceles para la importación de maquinaria que se utiliza para la siembra de cacao. Creemos que esa es la mejor forma de que el Gobierno pueda ayudar al sector. Este es un sector que representa un gran ingreso de divisas para el país. En 2015 significamos más de $ 800 millones en exportaciones. En 2016 bajó a $ 700 millones con la caída del precio, pero creemos que va a seguir aportando cerca de $ 800 millones a $ 1.000 millones en divisas. Dentro de un plazo de 5 años, esperamos que represente entre $ 1.200 y $ 1.500 millones.
¿Qué respuesta han recibido de parte de las entidades estatales?
Estamos en conversaciones con el Servicio de Rentas Internas (SRI); de hecho, en 2015 se nos exoneró del anticipo del Impuesto a la Renta. Iniciamos el trámite para que en 2016 también se lo haga, pero todavía no tenemos la respuesta. Otro apoyo que pedimos está dentro de los costos poscosecha. En épocas de invierno el grano no se puede secar al sol, como se hace naturalmente, sino que se necesita secarlo con máquinas. En el sector cacao este combustible tiene un costo muy elevado ($0,67 el kilo de gas industrial) en comparación con productos de ciclo corto ($ 0,33 el kilo), los cuales tienen un subsidio. Estamos pidiendo un tratamiento similar y ya hemos ingresado los trámites.
Desde el sector cacaotero ¿Qué se puede implementar para que el país siga siendo competitivo?
Se deben renovar las fincas o haciendas muy viejas que tienen 70 u 80 años y que su productividad es apenas la quinta parte de lo que puede producir si se siembran las variedades nuevas. Otra forma para mitigar la crisis del precio es trabajar con granos que cuentan con certificaciones que sabemos que los países de la Unión Europea lo demandan. Se tiene que ver las oportunidades que se nos presentan para volver más eficiente al grano y de esa manera seguir ofreciendo al mundo el mejor cacao en cuanto a calidad, del cual nos debemos sentir orgullosos. (I)