El documento entró en vigencia ayer
El Ministerio regula el trabajo del sector agrícola
Leonardo Berrezueta Carrión, ministro de Trabajo, junto a Miguel Bustillo, presidente de la Asociación de Ganaderos de Daule, Lorens Olsen, titular de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos, y José Gálvez, viceministro de Trabajo, firmaron ayer en Daule un acuerdo que regula las relaciones de trabajo especial en el sector agropecuario, ganadero y agroindustrial.
Este documento crea un contrato continuo o discontinuo a efectos de que no exista demasiado pasivo laboral -para las empresas- y se reconozca el trabajo por ciertas etapas en el lapso de 180 días durante un año. La misma incluye que la jornada de las 40 horas semanales se las pueda cumplir durante 6 días y no 5 como estipula la ley, adaptándose a las necesidades del sector.
A diferencia de los empleados, la mayoría de los trabajadores del sector agrícola y ganadero laboran para distintas haciendas a lo largo de un año ya que sus contratos son temporales y dependen de la siembra y cosecha del producto. Esta discontinuidad impedía que algunos empleadores los afiliaran, pero ahora con esta normativa pueden contratarlos y reconocer su seguridad social a través de estos periodos cortos de 180 días por sus contratos que van desde los 15 días hasta los 2 meses -conforme a lo que acuerden previamente las partes implicadas-.
Berrezueta resaltó que el objetivo es regularizar a las personas que laboran en el sector agrícola y ganadero y que no cuentan con un contrato de trabajo ni mucho menos seguridad social.
“Con esta normativa ellos tendrán la posibilidad de tener un contrato: que reconoce los días de descanso obligatorios y que estipula que los mismos serán pagados, que reconoce la vivienda donde descansa el trabajador agrícola o ganadero como una herramienta laboral. Da seguridad amparando legalmente al trabajador y tranquilidad al sector patronal”, explicó el Ministro del Trabajo.
Miguel Bustillo, presidente de la Asociación de Ganaderos de Daule, detalló que este acuerdo los ayudará a que ellos se sientan tranquilos cuando reciban su remuneración justa y con todos los beneficios de ley: décimos y vacaciones.
El dauleño relató que este acuerdo común se logró tras 4 años de instalar una mesa de diálogo entre el sector agrícola y ganadero; tanto de parte de los patronos y trabajadores.
“Con este acuerdo también quedó demostrado que con el diálogo se construyen normas para el beneficio común. No fue fácil, ya que una de las problemáticas principales fue cumplir con el horario que es muy diferente el rural al de la ciudad. En el campo es imposible trabajar al mediodía por lo incandescente del sol, y las jornadas son distintas”, dijo.
Para Bustillo esta es una conquista gremial que se logró gracias a la mediación del Ministerio del Trabajo y destacó que simultáneamente están atrás de otro acuerdo común con el ministro de Seguridad, César Navas.
“Por ahora, hemos convencido al ministro del Interior, Pedro Solines, a que se reúna con nuestro gremio. Nuestra aspiración es que los que tenemos el permiso de portar armas lo podamos mover a nivel nacional. Además el ministro de Defensa, Ricardo Patiño, declaró que es permitido su uso a nivel provincial”, destacó Bustillo.
Lorens Olsen, presidente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos destacó la agilidad y la acción efectiva del Ministerio de Trabajo ya que este acuerdo bilateral se venía discutiendo desde hace varios años.
“La firma es favorable para las partes trabajadora y patronal, pero mientras más podamos lograr puntos de encuentro para armonizar el trabajo del campo todo será positivo”.
Aunque el acuerdo del gremio agricultor y ganadero con el Ministerio del Trabajo entró en vigencia a partir de su firma, es decir, desde ayer, Olsen destaca que se irá aplicando paulatinamente. “Esta es la primera etapa, luego tendrá que consensuarse con otras regiones como la Sierra”. (I)
DATOS
Según este acuerdo la remuneración a los trabajadores puede ser semanal, quincenal o mensual, conforme lo estipule el acuerdo de ambas partes.
Un contrato del agro no suele ser como el de cualquier otro sector, por lo que propone que puede ser continuo o periódico para atender el incremento de la producción o servicios dependiendo de las estaciones.
El contrato actual protege legalmente los derechos de los trabajadores a la vez que entiende las necesidades de los empresarios ganaderos, y no es definitivo ya que puede mejorar a través de conmensurar las demandas de ambas partes.
El trabajador del área rural, por décadas olvidado por los gobiernos, avanza con otros proyectos que incluyen seguridad y beneficios para mejoras del gremio. (I)