El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó ayer por la tarde el crédito de emergencia de $ 364 millones solicitado por Ecuador. Así lo confirmó el Ministerio de Finanzas a EL TELÉGRAFO.

Por la mañana, el presidente de la República, Rafael Correa, esperaba la respuesta positiva del organismo internacional.

En una entrevista televisiva dijo que el país hizo el préstamo para atender las necesidades económicas suscitadas a raíz del terremoto del 16 de abril. El dinero servirá para estabilizar la balanza de pagos.

Según datos de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), presentados el 1 de junio, la reconstrucción de las zonas afectadas por el movimiento telúrico costaría $ 3.344 millones, de los cuales $ 2.253 millones (67%) serán asumidos por el Estado, mientras que el sector privado aportará $ 1.091 millones (33%).

El préstamo es una línea de rápido desembolso que no tiene condicionalidades, explicó el ministro de la Política Económica, Patricio Rivera, el pasado 22 de junio, en una entrevista radial. No se trata de un crédito tradicional de ajuste estructural.

El FMI reunió a su Junta de Gobernadores para analizar el cumplimiento de Ecuador con el artículo IV de su Convenio Constitutivo y discutir un Servicio de Crédito Rápido (SCR) por $ 364 millones.

A propósito de aquella cita se publicaron detalles de la posición financiera del país al interior de la institución multilateral. Según la información actualizada hasta el 30 de junio, Ecuador tenía $ 669’174.259 bajo la forma de Derechos Especiales de Giro (DEG). Este nuevo saldo implicó un incremento del 94% con respecto a los $ 319’274.259 que la nación mantenía desde diciembre de 2011.  

El incremento de la cuota ecuatoriana en el FMI, sin embargo, no constituyó una operación extraordinaria ni exclusiva. En 2010, 187 países miembros del FMI acordaron duplicar la proporción de DEG incrementando sus aportes hasta alcanzar $ 659 mil millones. (I)