El anuncio del ministro de Comercio Exterior e Inversiones, Pablo Campana, acerca de una propuesta que será entregada al Ejecutivo para eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) es bien recibida por los sectores empresarial y productivo. Representantes de ambos segmentos consideran que es un buen paso, pero que no es suficiente para solucionar el problema de competitividad que enfrenta la industria nacional. De concretarse la propuesta de Campana, señalan que suprimir el ISD sería un puntal fundamental a favor de la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED). Sin embargo, para que su efecto tenga mayor impacto sostienen que la iniciativa debe abarcar la eliminación del tributo para quienes actualmente tienen inversiones en Ecuador. El Impuesto a la Salida de Divisas fue creado en 2007 tras la aprobación de la Ley Reformatoria para la Equidad Tributaria con una tarifa de 0,5% y le permitió al Estado una recaudación de $ 31,4 millones. En los años subsiguientes la tasa se incrementó hasta establecerse en 5% (tarifa actual). De enero a diciembre de 2017 generó $1.097,6 millones en recaudación, según el Servicio de Rentas Internas (SRI). (Ver infografía). *Haga click en la imagen para ampliarla En abril de 2016 la Ley de Equilibrio de las Finanzas Públicas fijó nuevas reglas en cuanto a exenciones y devoluciones. David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), explica que dicha norma determina que el ISD pagado por la importación de materias primas, insumos y bienes de capital que se encuentran en un listado, puede ser devuelto vía crédito tributario, pero el CKD (partes para el ensamblaje de automóviles, fabricadas en el exterior), sí pagan el tributo, lo cual complica su rendimiento productivo. “Es una noticia positiva en términos de fomentar las inversiones que puedan venir, pero es relevante para las inversiones que ya han hecho una apuesta en el país”. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles de Ecuador (AITE), sostiene que la iniciativa de Campana resolvería en parte los obstáculos para atraer inversión extranjera. Coincide con Molina en que la eliminación debe extenderse para empresarios que ya han apostado por la productividad de Ecuador. “Nos resta competitividad porque encarece los costos de importaciones en las materias primas, insumos y maquinaria. Aleja la inversión extranjera porque es un costo extra que tiene que pagar el inversionista”, enfatiza Díaz. El exviceministro de Comercio Exterior, Xavier Orellana, manifiesta que es una decisión acertada dentro de la política de atracción de capitales externos, incrementará la productividad y fomentará la creación de más plazas de trabajo. Con el propósito de apuntalar el crecimiento económico del país, Orellana recomienda hacer una reducción gradual del ISD a las inversiones anteriores. Entre 2008 y 2017, el ISD permitió una recaudación de $ 8.075 millones, sin duda una cantidad muy importante para el país que “puede ser cubierta con más inversión, la cual genera más riqueza, mayor empleo, más consumo, y este a su vez el pago del IVA y otros tributos, aparte de fomentar la productividad”, explica. (I) Salarios El monto tiene un tope De acuerdo a la Ley de Equilibrio de las Finanzas Públicas, cuando una persona salga del país puede llevar un monto de hasta tres salarios básicos libres de ISD, es decir, puede sacar de Ecuador hasta $ 1.158. 1 salario básico adicional estará exento del tributo por cada menor de edad que salga del país. Retiros al año No pagan ISD quienes cancelan o retiran desde el exterior con tarjeta de crédito o débito hasta $ 5.000 al año. (I)