Los primeros análisis del impacto del acuerdo comercial entre Ecuador y la Unión Europea (UE) son positivos. La suscripción del mismo se realizó el 11 de noviembre de 2016 y las preferencias arancelarias rigen desde el 1 enero de este año.

De los tres objetivos del acuerdo, que son: incrementar los flujos comerciales, aumentar las inversiones y fortalecer la estabilidad jurídica; el primero es el que arroja los resultados más palpables.

Para la embajadora de la UE en Ecuador, Marianne Van Steen, “el éxito más importante ha sido el incremento de los flujos comerciales. Hemos visto un incremento de casi el 25% (en 9 meses)”.

De enero a septiembre de este año se intercambiaron $ 3,5 mil millones. La embajadora aspira a cerrar el año con un flujo que supere los $ 4,5 mil millones de 2016.

La exportación de productos tradicionales es la que más aumentó. Uno de los que registra el crecimiento más alto  en las exportaciones es el atún con el 51%. Mónica Maldonado, directora ejecutiva de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa), afirma que el sector exportó a la UE 188.000 toneladas métricas (tm), lo que representa $ 834 millones. El sector aspira a crecer el 3%.

En términos sociales, Maldonado indicó que el Acuerdo permite mantener las plazas de trabajo. El sector procesador genera 23.000 empleos directos y 100.000 indirectos.

En segundo lugar están los aceites vegetales, con un aumento de casi el 40%. Incrementos como este, según la UE, significan nuevas inversiones en plantas y mejoramiento en el procesamiento de toneladas métricas por hora.

Otro ejemplo es el banano, cuyas ventas crecieron el 11,83%. Según la UE, la diferencia de solo un euro en los aranceles por caja de banano permite que Ecuador recobre su competitividad frente a Colombia y Costa Rica.

El cumplir con las altas exigencias de calidad de la fruta a nivel mundial y el control de la plaga de la sigatoka negra son factores que contribuyen a ganar competitividad.

Uno de los productos que no registra resultados positivos es al cacao. Los factores externos como la sobreoferta ocasionaron la caída de los precios. A ello se suma la reducción del consumo en Estados Unidos.

Si bien los resultados del acuerdo generan expectativas, Van Steen también atribuye el aumento del flujo comercial a la recuperación económica de los países europeos (se estima que todos los estados miembros del bloque crezcan el 2,3% este año).

También contribuye el levantamiento de las salvaguardias ecuatorianas y la eliminación de cupos para la importación de vehículos.

Una muestra es que la importación de automóviles incrementó el 113%. Otros bienes que se importaron más son: las bebidas alcohólicas (272%), combustibles y maquinaria industrial.

Desde la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), Daniel Legarda, presidente del gremio resaltó que “las exportaciones no petroleras se incrementaron en el orden de 14%, mientras que las importaciones se incrementaron el 25,8%”.

Para el exportador lo más importante es que los empresarios tienen certidumbre, lo que ha precautelado los empleos. Legarda enfatiza que la principal falencia es que somos un país muy caro para producir. “Las empresas tienen dificultad para sostenerse.

Es necesario enfocar medidas que vayan en pro de la competitividad. (I)

Demanda

Expectativas para 2018
→Los exportadores esperan un nuevo año de crecimiento. Que surjan nuevos productos y que algunas mipymes se abran mercado en la UE. Además que  aumente la demanda y los precios continúen estables.

→11 de noviembre, Ecuador firmó el acuerdo comercial multipartes con el bloque europeo en Bruselas.

La generación de empleo  
→Más de 300.000 plazas de empleo generan las exportaciones con la UE. Hasta septiembre las exportaciones e importaciones dejan un saldo favorable de $ 887 millones en la balanza comercial.