En los pasillos de los supermercados, en las perchas de las tiendas y dispensas de víveres, todos los productos llevan un ‘uniforme’: el semáforo de alimentos. En noviembre de 2013, el Ministerio de Salud Pública (MSP) implementó el Sistema Gráfico de Etiquetado en alimentos procesados. En ese lapso —de acuerdo con estimaciones del MSP— a escala nacional 10.102 alimentos procesados correspondientes a grandes, medianas, pequeñas industrias y microempresas colocaron el sistema gráfico de etiquetado que permitirá a la ciudadanía tener información sobre el contenido nutricional del producto. Esta presentación incluye una etiqueta que clasifica los niveles azúcar, sal y de grasas, a través de un código de colores rojo (alto), amarillo (medio) verde (bajo). Esta medida se implementó luego de que el Ecuador presentara altos índices de enfermedades relacionadas con la obesidad, originada por el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2011-2013, el sobrepeso afecta a 3 de cada 10 niños en edad escolar y 6 de cada 10 adultos en el Ecuador. Las cifras son más alarmantes si se toma en cuenta que entre 1986 y 2012, el sobrepeso en el país se incrementó 104%. Por ese antecedente, se inició una campaña para orientar a la ciudadanía en el consumo de alimentos. El etiquetado es una de las pautas que aplican para reducir el consumo en alimentos que propicien el aumento de peso. Verónica Espinosa, viceministra de Gobernanza y de Vigilancia de la Salud del MSP, recordó que el etiquetado es una medida de pólítica pública de salud, enfocada a mitigar enfermedades (diabetes, problemas cardíacos, hipertensión). Con esta categorización se espera que la gente modifique su alimentación con hábitos saludables. La funcionaria recordó que esta iniciativa fue pionera a nivel de América Latina. Incluso, naciones como Chile y Bolivia han creado medidas similares. De acuerdo a estudios de percepción, la viceministra dijo que la aceptación fue positivo a escala nacional, aunque reconoció que la respuesta es masiva en el sector urbano, que en el rural. La nutricionista y gerontóloga, Carol Zapata considera que esta clasificación de alimentos es un paso adelante para crear conciencia en los consumidores. Señaló que esta modalidad  ha despertado mayor interés en la ciudadanía. A su consulta —dijo— han llegado a preguntar sobre la veracidad de la etiqueta.  “Yo les explico a mis pacientes que este semáforo no es la clave para mantener o perder peso. Es solo una guía de la cantidad de calorías que se consume”, reiteró. Zapata recordó que este sistema de etiquetado va más allá del semáforo. Así por ejemplo, obliga a que los fabricantes de alimentos procesados que contengan transgénicos (han sido producidos a partir de un organismo modificado mediante ingeniería genética y al que se le han incorporado genes de otro organismo para producir las características deseadas) incluyan en su etiqueta la frase ‘Contiene Transgénicos’. Espinosa indicó que una universidad nacional realizó una encuesta con la que se determinó que los padres están interesados en los contenidos de los alimentos.  Ejemplo de ello es Sergio Verdezoto, padre de familia de 39 años. El hombre, dijo, considera que este etiquetado le ayuda a  controlar lo que se sirve en los recreos su hijo Rodrigo, de 9 años. “Yo le ponía en la lonchera plátanos picantes con un vaso de cola que son altos en azúcar y grasas. Ahora busco jugos y le mando fruta. Fue una guía útil”, mencionó. La viceministra advirtió que, en coordinación con el Ministerio de Educación, se realizan controles para la venta de alimentos chatarra, a través de los ‘Bares Saludables’. Ximena Estupiñán es guía nutricional y distribuye productos lácteos bajos en grasa. La comerciante reconoció que en el país no existe una cultura en la que los ciudadanos se preocupen por conocer lo que consumen. “A los ecuatorianos nos gusta comer rico y barato, pero no nutritivo”. (I) Tomar en cuenta Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2011-2013, el sobrepeso afecta a 3 de cada 10 niños en edad escolar y 6 de cada 10 adultos en el Ecuador. La Organización Panamericana de Salud (OPS) informó que en 2015 en el Ecuador se reportó  un 21,7% de obesidad en las mujeres. De acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el país las mujeres tienden a sufrir mayor sobrepeso que los hombres, la razón sería porque se dedican a los quehaceres domésticos, antes que a la actividad física. En el Ecuador, los casos de diabetes tipo II (adultos) se registran desde los 2 años. (I)