Patrimonio documental retornó al país
En el Puerto peruano de El Callao, 6 pastas de cuero y 44 libros ecuatorianos —de entre los siglos XVI y XIX— fueron embarcados con destino a España, envueltos en textiles, como si se tratara de objetos sin importancia. La Aduana de ese país incautó estos bienes patrimoniales y los valoró por ser incunables y registrar información en latín sobre la labor evangelizadora de los jesuitas durante la Real Audiencia de Quito.
Este hecho, ocurrido hace casi un año, fue el origen de la primera recuperación de patrimonio cultural documental para Ecuador. En abril, el Buque Escuela Guayas transportó los bienes al puerto principal del país, junto con los restos del llamado Obispo de Quito, José de Cuero y Caicedo (Cali, 1735 - Lima, 1815). En Guayaquil, hubo una capilla ardiente y, luego, los despojos mortales llegaron a La Catedral Metropolitana de Quito, los documentos y pastas fueron revisados e inventariados por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). Se hizo una fumigación de los libros, para que no contaminen los archivos en los repositorios que los acojan.
El tráfico ilícito de bienes culturales mueve, anualmente, cerca de $60 millones y se requiere de cooperación entre organismos internacionales para evitar sus efectos, entre los cuales están la pérdida del acervo de distintas naciones.
El patrimonio documental que retornó al país fue entregado por parte del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP) y el INPC —a través de una acta de entrega-recepción firmada ayer— a la Arquidiócesis de Quito.
“Hay que averiguar, de parte de la Iglesia, cómo estos textos salieron de las bibliotecas en donde estaban asignados”, dijo el sacerdote franciscano Fausto Trávez, Arzobispo de Quito, en el Centro de Investigación de la Memoria y el Patrimonio del INPC. El medio centenar de bienes que Trávez recibió al suscribir el documento —junto con Raúl Vallejo, ministro de cultura y Tania García, coordinadora técnica del INPC— irá a las bibliotecas quiteñas del Seminario Mayor San José y al Seminario Menor San Luis. En febrero de 2017, los archivos se expondrían, según anunció Vallejo.
“Quito no es Patrimonio de la Humanidad solo gracias a las obras de arte religiosas”, comentó Trávez, “Fray Jodoco Rique y Fray Pedro Gocial (ambos apóstoles franciscanos y maestros del colegio San Andrés) ya vieron el sentido artístico de las obras de autores indígenas” en el siglo XVI.
Recuperación del patrimonio tiene una utilidad histórica e identitaria
La restitución de bienes patrimoniales para el país se institucionalizó con la creación, en 2010, del Comité Técnico Nacional de Lucha contra el Tráfico ilícito de Bienes Culturales. El organismo ha recuperado 12.343 bienes patrimoniales, de los cuales 7.195 piezas se encontraron a escala nacional y 5.148 fueron repatriadas.
Unos 1.200 archivos históricos, de carácter público y privado, deben ser catalogados. Entre estos, los de la Biblioteca de la Casa General de Oblatos, en el Centro Histórico. (I)