Iglesia molesta por "grotesca burla" a religión
Al fondo de la primera sala de exposición de la muestra La intimidad es política, que se presenta en el Centro Cultural Metropolitano (MET) hasta el 29 de octubre, está la obra del ecuatoriano Santiago Reyes titulada ‘Eric et moidormant’. En esta pieza se observan dos hombres durmiendo sobre sábanas blancas: el uno lleva el torso descubierto, mientras que el otro viste la camiseta del equipo ecuatoriano de fútbol.
La obra fue creada en 2007 para ser instalada en una valla en el espacio público de Cuenca, en la bienal de ese año. Sin embargo, la imagen fue censurada, pues no contó con los permisos institucionales para ser exhibida y solo pudo presentarse en los jardines interiores del Museo de la Medicina.
La incomodidad que provocó la obra de Santiago Reyes hace una década vuelve a activarse con todos los trabajos que se presentan en La intimidad es política. En un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), la institución católica manifiesta su “preocupación y malestar” por lo que se expone en esta muestra que reúne el trabajo de 17 artistas y colectivos del mundo.
La CEE señala su malestar aduciendo que “los grupos organizadores de tal muestra pictórica, en nombre de la libertad de expresión, atentan contra los derechos fundamentales de otras personas que disentimos de sus posiciones ideológicas; pues, supuestamente, luchan contra la homofobia, pero no dudan en promover la burla y la fobia contra los creyentes, particularmente contra los cristianos católicos. Además, manifiestan su “inconformidad por tan grotesca burla a los símbolos religiosos”.
En relación a la “grotesca burla a los símbolos religiosos”, la Conferencia Episcopal se refiere al trabajo del colectivo boliviano y feminista Mujeres Creando, que pintó un mural en una de las terrazas del MET, de espaldas a la Iglesia de la Compañía de Jesús. En esta obra, el colectivo se basa en las crónicas de Guamán Poma de Ayala para hacer una relectura de la historia de los altares en América Latina.
Mujeres Creando recrea nuevas vírgenes que representan los abusos de la Iglesia Católica (pedofilia o corrupción) y de los Estados que atentan contra los cuerpos de las mujeres al penalizar el aborto, por ejemplo. En el mural se ven cuatro vírgenes que las artistas las llamaron: virgen protectora de las aborteras, virgen trans, virgen dolorosa del feminicido y virgen pecadora. También se representa a un cristo de rodillas, cuyo pene está amarrado al Vaticano. El mural sería removido por falta de permiso para lugares patrimoniales.
Antes de ingresar a ver esta obra, el Municipio de Quito exige a los espectadores firmar un documento de liberación de responsabilidad, en el cual aceptan ingresar “voluntariamente” a contemplar el mural, pese a la advertencia que hace el Cabildo. “El Municipio considera que el mural es ofensivo y no está de acuerdo con la forma en que este colectivo expresa su mensaje. Sin embargo, respeta el derecho que tienen las artistas de expresarse y, por principio, se opone a cualquier tipo de censura”, dice la carta. (I)