Los horarios de apertura se reducen, así como la cantidad de libros prestados
Bibliotecas británicas son víctimas de la crisis tras plan de austeridad
Miles de bibliotecas públicas de Gran Bretaña se encuentran en una profunda crisis como consecuencia de ajustes presupuestarios impuestos por el gobierno de David Cameron, como parte de su polémico plan de austeridad. Al menos 8.000 bibliotecarios fueron despedidos en los últimos 6 años, un 25% del total de trabajadores de bibliotecas públicas que funcionan en la región.
De acuerdo a una investigación de la BBC de Londres, durante el período 2010 - 2016 el gobierno conservador cerró 343 bibliotecas públicas y reemplazó a bibliotecarios con experiencia académica por 15.500 voluntarios que trabajan gratis. El informe, realizado sobre la base de datos obtenidos de 207 bibliotecas estatales a partir de la Ley de Libertad de Información, destacó que el cierre de bibliotecas en Inglaterra es mucho mayor que el admitido por el Gobierno. También destacó que para este año se espera el cierre de otros 111 repositorios. La investigación confirmó que el número de bibliotecarios asalariados en Inglaterra se redujo de 31.977 en 2010 a 24.044 este año, una caída de 7.933 (25%).
En Escocia la reducción de personal fue de 99 bibliotecarios (3%), en Gales de 979 (21%) y en Irlanda del Norte de 203 (22%). Además, medio centenar de librerías públicas pasaron a manos de grupos de caridad, como consecuencia de falta de asignación de presupuesto estatal.
En regiones inglesas como Lincolnshire y Surrey, el cierre de bibliotecas públicas que usualmente utilizaban pensionados, personas de bajos recursos, estudiantes y desempleados generó protestas de vecinos y varias demandas en la corte.
La investigación de la BBC reveló que en cuatro localidades del país -Sefton en Merseyside; Brent en el norte de Londres, Stoke-on-Trent y Sunderland- más de la mitad de las bibliotecas públicas cerraron desde 2010, tanto aquellas que funcionaban en edificios, como las llamadas ‘bibliotecas móviles’.
El perjuicio directo para los lectores se refleja en la caída del número de libros prestados por bibliotecas en casi todas las regiones de Gran Bretaña, en especial en el norte de Inglaterra y en el barrio londinense de Camden. En la localidad inglesa de Doncaster, que ahora solo cuenta con 5 librerías públicas, se prestaron 629.000 libros en 2014, frente a los 1,2 millones de 2013.
La crisis del sector llevó a un centenar de escritores, poetas y dramaturgos a sumarse a una campaña para salvar a las bibliotecas británicas de los ajustes presupuestarios, que consideran ponen en serio peligro su futuro.
El escritor de libros infantiles Alan Gibbons dijo que el servicio de bibliotecas públicas enfrenta la mayor crisis de su historia. “Los horarios de apertura de las bibliotecas se están reduciendo cada vez más, la cantidad de libros comprados es menor y los voluntarios que trabajan en las bibliotecas no pueden reemplazar a bibliotecarios con amplia experiencia”, afirmó el autor de premiados libros como Shadow of the Minotaur.
El bibliotecario Ian Anstice, a cargo del sitio de noticias Public Libraries News, coincidió en que los recortes para el sector “no tienen precedentes”. De acuerdo a Anstice, el sistema de bibliotecas públicas del Reino Unido “era la envidia del mundo, pero ahora ya no lo es”.
Para Elizabeth Elford, de la Sociedad de Bibliotecarios británicos, “(a este paso) será inevitable que en el país haya cada vez menos bibliotecas públicas” y pidió al Gobierno poner fin a su plan de austeridad.
Tras las críticas, un portavoz del Ministerio de Cultura británico emitió un comunicado defendiendo las medidas tomadas: “El Gobierno ayuda a las bibliotecas a modernizarse, financiando un sistema de WiFi gratuito en Inglaterra que hasta ahora ha beneficiado a unas 1.000 bibliotecas. La idea es vigorizar el servicio y garantizar que siga siendo relevante para los lectores de hoy día (...) Las bibliotecas son claves para las comunidades y son parte del entramado de nuestra sociedad, así que es vital que sigan innovándose para responder a las demandas cambiantes de la población”. (I)