Ospina lo ha dicho clarito: “las izquierdas no somos por el momento una opción electoral”. Y en esas reflexiones, que saltan en medio de otros argumentos para explicar dónde estuvo la derecha el 1 de mayo (http://lalineadefuego.info/2015/05/05/la-derecha-tambien-estuvo-en-santo-domingo-por-pablo-ospina-peralta/), también dice sobre esa concepción de poder que caracteriza a las ‘izquierdas’ por fuera del gobierno: “La estrategia consiste en ganar fuerza abajo, en la organización y la movilización independiente, alejados del correísmo y del socialcristianismo. De la lucha quizás no emerja una opción electoral viable, pero quizás sí”.
Y si fue un desliz al no señalar a la derecha de Guillermo Lasso, se entiende por qué Pachakutik y Ruptura hacen causa común con el ex banquero.
Él como otros activistas de las izquierdas supuestamente éticas, puras y radicales están convencidos de que todo tiempo pasado fue mejor: Gutiérrez nos sacó de la pobreza; Mahuad nos llevó a la dolarización y por eso le agradeceremos eternamente junto a Joyce de Ginatta; Bucaram nos llenó de orgullo por la eficiente administración del Estado; Febres Cordero fue un niño de teta a lado del actual presidente en la defensa de los derechos humanos; y, Osvaldo Hurtado no pudo ser mejor porque no tuvo todo el tiempo para gobernar para las comunidades campesinas, los obreros del FUT y la inexistente clase media de entonces.
Solo hoy estamos mal, caminamos al capitalismo más extremo y tenemos todas las condiciones objetivas y subjetivas para la revolución más revolucionaria de todos los tiempos. Solo les falta algo: ser opción electoral.
¿Entonces? ¿Será por medio de la lucha armada? ¿Por una infinita acumulación de fuerzas? ¿O por una fuerte alianza con quienes supuestamente ya no son de derecha sino unos banqueros, camaroneros y hacendados generosos, caritativos y muy comprometidos por la defensa de nuestras soberanías, incluida la monetaria, regional y cultural?
Pero claro, no es una cuestión de ingenuidades todo ello. Ospina y quienes le acolitan en esta línea de pensamiento consideran el ejercicio del poder como un camino libre de espinas, lleno de rosas y con una fórmula ideal bajo el brazo para cada decisión, ley o decreto. Por eso es posible entender todas las armonías y felicidades construidas en cada sindicato o asociación campesina, porque ahí no hay disputas, derechas o izquierdas, jamás contradicciones y en la toma de decisiones (como dicen que ocurre en la Conaie y en el FUT) todo es por consenso, mayoría absoluta o unanimidad indiscutible.
Si en la larga lista de agravios que habría cometido el actual gobierno habría uno por culpa de quienes se instalan en el altar de la pureza -para no enlodarse en el barro del poder- quizá tendríamos del otro lado (ahora en alianza con SUMA, PSC, CREO y la ex DP) un gramo de sensatez para entender de qué modo lo que hacen es para botar (¿ingenuamente?) a la basura todo lo conquistado estos ocho años por el simple hecho de que no soportan el carácter, el estilo y el modelo del ‘correísmo’. Claro, sin ser, para nada, una opción electoral, ‘por ahora’. (O)