Vivimos en una época en donde se hace imprescindible ser altamente competitivos, ser más productivos, ser más cuidadosos con nuestros recursos naturales, es decir, volvernos más innovadores y visionarios. El desafío de la actividad agropecuaria es producir con cada vez menos recursos, como agua, energía y suelos, para una creciente población mundial.
En el caso de Ecuador, desarrollar zonas en donde el agua para riego es escasa o nula. Me comentaba mi buena amiga Miriam Iglesias (Esmeraldas), promotora del uso del agua de mar, que tenemos un inmenso recurso disponible: el océano, con inmensas e interminables masas de agua que se pueden usar para el consumo humano y para el riego agrícola, con excelentes resultados. (O)
Pedro Pablo Jijón Ochoa